Esa empresa hoy está convertida en chatarra y destinada a parar justamente en un yonque.
Hoy Monclova amaneció con un panorama sombrío ante el anunció de la “muerte” de la empresa que por décadas fue el orgullo de esta ciudad y de toda la región y que además nos valió el mote de la “capital del acero”. Esa empresa hoy está convertida en chatarra y destinada a parar justamente en un yonque porque no tiene dinero, porque no hay quien le invierta y porque además ya la están desmantelando con saqueos que ya fueron denunciados ante las autoridades competentes. Hay muchas versiones en torno a este lamentable suceso que pone en un dilema a más de 19 mil trabajadores directos y más de 60 mil indirectos que dependían de la acerera. Hay quienes dicen que es un nicho de oportunidad. Mario Coria es uno de ellos y aunque se muestra optimista, por dentro sabe que no es así, sabe que en realidad es un panorama muy complicado el que hoy tenemos en Monclova con lo que ya definitivamente es el cierre de la acerera que hoy solo espera el anuncio oficial que pueda emitir el juzgado para declarar totalmente en quiebra, en concurso mercantil o en banca rota que al final los tres casos son lo mismo. Mario Coria dice que ahora llegarán empresas para aprovechar toda la mano de obra que quedará disponible, pero, de plano donde las quiere meter si no hay espacios realmente adecuados para tal efecto. Desgraciadamente, el objetivo que se trazaron los obreros de que se les pagaran los salarios pendientes de al menos 10 semanas y su ahorro no será posible porque el vocero Francisco Orduña ayer fue claro y contundente al decir que la empresa no tiene un solo peso, es decir está en la quiebra, pero falta que se oficialice por parte del juzgado. Además, que aquellos famosos 200 millones de los que todos conocimos y que se dijo le invertiría Argentem, no se llagará ni uno solo porque el plan de reestructuración de la deuda que propusieron al gobierno de AMLO lo ignoraron y nunca les dieron respuesta y por consecuencia pues ya es inviable, es decir Argentem ya de plano dijo que no le va a meter nada de lana. De nada sirve, ya que los obreros estén en las puertas de la acerera porque la respuesta ya fue clara. El mismo Luis Zamudio el pasado jueves fue tratando de persuadirlos para en el último suspiro rescatar la coquizadora.
La negociación que buscó sin llevar billetes para la “raza de acero” no le cuajó y al final la “coquena” sufrió los daños irreversibles que nadie quería que sufriera. Ahí la lección fue clara “no hay lana” y eso ayer lo reafirmó Francisco Orduña. No se sabe que pueda pasar hoy en la reacción de los obreros, lo que se sabe es que hay denuncias por los robos y saqueos que ya hay en la chatarra que queda de la otrora empresa acerera y en donde hay datos que apuntan que misma gente del interior está en contubernio con los ladrones al informarles donde y como poder sacar materiales de valor. Esta es una verdadera tragedia que ya estaba anunciada desde el año 2019 cuando fue detenido Alonso Ancira y de ahí en adelante ya no hubo nunca alguna noticia positiva. Fue una tragedia anticipada desde enero que se comenzó a batallar con los pagos de la acerera y fue una tragedia anunciada desde que se dejó de producir el acerero que era el orgullo de todos los monclovenses. Ahora falta o viene un escenario mucho más complicado porque será la liquidación de los trabajadores sí el juzgado confirma la quiebra. ¿Cuántos días les pagarán de liquidación?
Recordemos que hay obreros y empleados con más de hasta cuatro décadas laboradas y con esta situación esos años podrían reducirse a nada, esos años entregados a la acerera podría reducirse a solo 40 día de pago por la quiebra. Hoy Monclova está de luto porque Altos Hornos de México ha muerto y se lleva con ella años de lucha y de historias de gloría que parece no volverán o al menos en corto plazo.
