Encuadres... Chavismo en la Sep
La polémica más reciente en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un nuevo nombre, un rubro que es el educativo y una vieja comparativa, que se refiere, otra vez, a Venezuela.
Se trata de Sady Arturo Loaiza Escalona, quien es subdirector de Materiales Educativos de la SEP y se encarga del análisis y rediseño pedagógico de materiales de contenidos de telesecundaria, así como también en la elaboración de libros de texto de educación básica.
El asunto, es que Loaiza Escalona, también fue director de la Biblioteca Nacional de Venezuela entre 2014 y 2018, así como director general de Proyectos Especiales del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales.
El PAN, férreo opositor a Morena, acusó a la SEP de tener contratado a un exfuncionario chavista para el diseño de contenidos y consideró que “no pueden ni deben estar en manos de un ideólogo y populista que colabora con Nicolás Maduro”, pues “no podemos permitir que el presidente y su gobierno pretendan propagar su ideología a través de la educación a nuestros niños y jóvenes", expuso el partido en un comunicado.
Al respecto, López Obrador defendió la contratación del exfuncionario chavista para que participe en el diseño de los libros de texto gratuitos que la SEP distribuye en las escuelas.
El mandatario desestimó como "politiquería del conservadurismo" las críticas del PAN por incorporar como subdirector de Materiales Educativos de la SEP a Sady Arturo Loaiza, quien trabajó en el Gobierno del venezolano Nicolás Maduro.
"Es politiquería del conservadurismo. Es igual que (cuando dicen) ‘ya nos vamos a volver Venezuela, ya nos vamos a volver Cuba’”, expresó el mandatario en su conferencia mañanera, ironizando que “ya nos estamos 'venezolando'”.
Y en ese sentido, AMLO cuestionó que la oposición "estigmatice a un pueblo", señalando que “es de pena ajena. Ahora un profesional o dos que estuvieron en Venezuela y que estén trabajando en la SEP, es un escándalo”, al tiempo que defendió la experiencia del funcionario y la incorporación de lecturas de pensadores como Lenin y Marx.
Cabe recordar que recientemente se incluyeron cambios en el modelo educativo, cuyo propósito es “brindar una educación de excelencia”, pero concentrándose en combatir la deserción y el rezago educativo a partir de cuatro campos de formación y 7 ejes pedagógicos que regirán el proceso de aprendizaje.
Entre estos ejes se encuentra un mayor apego a las necesidades comunitarias, perspectivas de género, respeto a la diversidad, autonomía docente, vida saludable e interculturalidad y pensamiento crítico, entre otros.
En este marco, al margen de las diferencias y perspectivas, retomar el “caso Venezuela” contra López Obrador ya resulta ocioso, como lo podría ser referir que el nuevo modelo educativo, aunque no es completamente de avanzada, sí representa un cambio respecto al que personalmente viví hace apenas tres décadas. Sin embargo, en un mundo donde el orden lo marcan los contrastes, brindar al menos la opción de un conocimiento ideológico ampliado, pese a las críticas del PAN, es más que necesario y un acierto para el Gobierno de AMLO. ¿O usted qué opina?
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