Conseguir una simple botella de Sriracha es casi una misión imposible en Estados Unidos. La venerada salsa picante fabricada por la compañía californiana Huy Fong pasa por una escasez tan pronunciada que la única manera de encontrar una botella es acudir a eBay... y pagar un dineral.
Una simple botella de 28 onzas (unos 800 mililitros) cuesta 60 dólares ahora mismo, mientras que el paquete de dos botellas sale por 106 dólares. Hasta hay anuncios que venden una caja con 15 botellas por el desorbitado precio de 955 dólares.
La raíz del problema es la sequía. Huy Fong fabrica su salsa con chiles cultivados en México, Nuevo México e Irvine (California). El caso es que todas estas regiones pasan por una sequía prolongada y extrema que ha reducido considerablemente las cosechas. En abril del año pasado, Huy Fong remitió una carta a sus clientes advirtiendo de que la poca disponibilidad de chiles le estaba impidiendo fabricar algunas de sus salsas, pero la escasez se remonta ya a julio de 2020.
En declaraciones a CNN, un portavoz de Huy Fong explicó que la producción se había reanudado en otoño de 2023, pero aún es muy baja con respecto a lo que es normal, por lo que se espera que la escasez en los supermercados continúe mientras los revendedores hacen su particular agosto en Internet. La compañía ha agradecido a los clientes su paciencia y ha asegurado que está trabajando en canales de suministro alternativos que permitan evitar estas carestías en el futuro.
Aunque su nombre suena a chino, Huy Fong es una compañía estadounidense. La fundó en 1980 un inmigrante chino llamado David Tram que huyó de Vietnam por la persecución a la que fue sometido por el gobierno tras la guerra. La receta original de la salsa es de origen tailandés, y Tram comenzó a fabricarla en Estados Unidos, suministrándola a los restaurantes de Chinatown en Los Ángeles. No tardó en volverse un condimento muy popular entre los amantes de la comida picante.
