Este Jueves Santo la iglesia de Saltillo realizó, como parte de las actividades de Semana Santa, el simbólico y milenario lavatorio de pies que recuerda a la Última Cena de Jesucristo con sus 12 apóstoles.
La misa fue entregada por el obispo de Saltillo, Hilario González García, frente a miles de fieles católicos que, a partir del pasado lunes, han empezado a recordar la obra y vida de Jesucristo y de la fe que prevalece a más de dos mil años de su muerte.
A inicios de la misa, el obispo dijo que durante esta experiencia de Jesús frente a los discípulos se quedaron serias enseñanzas, como la de su entrega libre y obediente sin ser conceptos contrastados como “hoy se ha impuesto”, y es por ello la necesidad de replicar y llevar la palabra de Jesús.
“Seamos fieles transmisores de generación en generación de estas enseñanzas y experiencias de fe que el señor Jesús nos ha entregado”, dijo durante la misa el obispo.
Durante su homilía recordó a la feligresía que la Semana Santa es un memorial de que Cristo “está entre nosotros hasta hoy en día”.
Específicamente en la actividad del lavatorio de pies, dijo que esta acción todavía no es entendida por los feligreses, al igual que no fue entendida en su tiempo por los apóstoles, pero significa el servicio humano que entregó Jesús a la tierra.
“Como los apóstoles no entendemos ese humilde servicio. Ahora nos toca a nosotros hacer vida este ejemplo y hacerlo vida. Los que viven la vida cristiana tienen que hacerlo todos los días”, dijo. “Lavarnos los pies unos a otros será el signo visible del amor fraterno que nos ha enseñado Jesús. Servirnos mutuamente con alegría y felicidad hace creíble nuestra práctica religiosa. Y eso cuestiona la superficialidad que las tendencias de moda nos ofrecen como salvación”, expresó.
En esta ocasión, el obispo lavó los pies de 12 niños de la comunidad católica de Saltillo, y quienes están en Vísperas de su confirmación.
