La serie de One Piece en Netflix tiene todos los elementos para convertirse en un éxito
El 31 de agosto se estrena el esperado 'live-action' de One Piece en Netflix, lo que ha generado una gran expectación entre los fans.
La serie de anime ha sido un éxito durante los últimos 20 años, con más de 1.000 episodios y más de 100 volúmenes de manga, por lo que la adaptación a acción real es un proyecto ambicioso y se espera con emoción pero también con cierto temor a que no cumpla con las expectativas.
Sin embargo, hasta ahora, los avances y el tráiler han sido bien recibidos por los seguidores, quienes están entusiasmados con la calidad de la producción y su fidelidad a la fuente original. Además, las declaraciones del creador de One Piece, Eiichiro Oda, tranquilizan a los fans, ya que él mismo ha expresado que estará dispuesto a recibir críticas y comentarios constructivos, y que confía en que la serie ha sido realizada con amor y cuidado.
La serie de Netflix es también una de las más caras de la plataforma, con un presupuesto de 18 millones de dólares por capítulo. Esto la coloca en un nivel de inversión similar a grandes producciones como Juego de Tronos o The Mandalorian. Con 8 episodios en la primera temporada, el costo total se estima en 144 millones de dólares, lo que supera en 40 millones el gasto total del anime original a lo largo de dos décadas.
A pesar de la maldición que parece pesar sobre las adaptaciones de animes a ficciones de acción real, la serie de One Piece cuenta con varios factores que podrían augurar su éxito. La estrecha colaboración entre el creador y los showrunners es un aspecto clave para mantener la esencia y las reglas del mundo imaginario de One Piece. Además, la producción ha optado por utilizar la menor cantidad posible de efectos especiales por ordenador, optando por escenarios reales y conjuntos prácticos, lo que añade un toque auténtico y detallista a la serie.
