A Curiel le toca interpretar a “Casco”, alguien con motivaciones entendibles
A Luis Curiel siempre lo calificaron como “niño bueno”. Su rostro le abonó para que los productores y directores se fijaran en él y personajes positivos en producciones como “Olimpia” y “Doña Flor y sus maridos”.
Un día se acercó a uno de los directores de “Control Z”, con un papel similar, y le dijo que lo viera a los ojos, porque de estos podrían salir mucha maldad si era necesario.
El realizador Bernardo de la Rosa se rió y ahí quedó la plática. Meses después ambos coincidieron en la serie “Te quiero y me duele”, recién estrenada en HBO-Max, en la que por fin el histrión logró su deseo y es el antagónico de la historia juvenil.
“Por mi rostro me daban ciertas cosas y después de Control Z quería explorar el otro lado”, comenta.
“A veces los guiones de telenovelas están muy delimitados y como muy por encima; aquí justamente el personaje está resentido, tienen heridas profundas de soledad, de abandono,es marginado y puede terminar hiriendo a la persona que más quiere”, detalla Curiel.
“Te quiero y me duele” es la más reciente historia de Cris Morena (“Floricienta” y “Casi ángeles”) en la que dos jóvenes procedentes de distintos contextos sociales, se conocen y enfrentan prejuicios para estar juntos.
A Curiel le toca interpretar a “Casco”, alguien con motivaciones entendibles, pero no por ello sus actos dejan de ser cuestionables.
“La idea es hacer un personaje con todas sus complicaciones y contradicciones. Esta es una serie de melodrama, un género al que estamos acostumbrados solamente a verlo en telenovelas, pero justo por eso es ver cómo se abordan los personajes”, apunta.
Roberto Aguilar, Mar Sordo y César Díaz están en los roles centrales, acompañado de un elenco experimentado con Jorge Salinas, Marco de la O y Erika de la Rosa. La segunda temporada ya fue aprobada.
Con nueva serie
El también actor en “Fuga de reinas” y “El Rey: Vicente Fernández” está a la espera de “Playa Soledad” una serie de Sony, en la que comparte créditos con Sheryl Rubio, Odiseo Bichir y Christian Vázquez.
En ella regresa a los personajes “buenos”, siendo uno de los apoyos del personaje central femenino.
“Es una chica que regresa a su pueblo en la playa y se reencuentra con su papá; se da cuenta que ha vivido engañada toda su vida y alrededor de ella hay personaje le vamos recordando el calor de la familia, la fraternidad”, explica.
