Cuenta con más de 2,300 sucursales en funcionamiento y aún están pendientes más de 2,500 en los siguientes meses.
En un llamativo desarrollo que ha captado la atención de propios y extraños, el Banco del Bienestar de México ha experimentado un crecimiento meteórico y ha emergido como el banco más grande de la nación.
Actualmente, opera con una red de 2,300 sucursales en funcionamiento en todo el territorio mexicano, y lo que es aún más impactante, se avecina la incorporación de 2,744 sucursales adicionales a su envergadura. Este audaz proceso de expansión se inscribe en una misión de proporcionar servicios financieros y apoyo económico de manera directa a los beneficiarios de programas sociales.
Expansión. Claudia Garza del Toro, la delegada de los programas en Coahuila, ha sido una defensora destacada de esta expansión, enfatizando la importancia de llevar servicios bancarios y apoyo económico a un espectro más amplio de la población. No obstante, es necesario señalar que, durante el período de la pandemia, el Banco del Bienestar se vio enfrentado a ciertos desafíos logísticos. La escasez de chips y la producción limitada de cajeros automáticos a nivel global generaron retrasos en la puesta en marcha de todas las sucursales, lo que impactó su capacidad para operar a su máxima capacidad en todas las regiones del país. A pesar de estos obstáculos, el compromiso con la expansión persistió y se mantuvo firme.
Programa. Uno de los atributos distintivos del Banco del Bienestar es su enfoque en proporcionar servicios bancarios y apoyo económico de manera directa a la población, sin la intervención de intermediarios. En la actualidad, más de 413,000 beneficiarios de programas del Bienestar reciben apoyos por un total de 11 mil millones de pesos. Este modelo de operación sin intermediarios ha suscitado preocupación en la banca privada, ya que han dejado de percibir comisiones que antes solían obtener por su participación en la distribución de apoyos gubernamentales, lo cual se considerará de manera inminente".
