Una situación que se ha mencionado con anterioridad es la poca importancia que se suele dar a las emociones de los niños y adolescentes, quienes también atraviesan por cuestiones emocionales difíciles que van acorde a su edad o que incluso tienen una carga por problemas que se originan en el hogar o con sus padres.
El tanatólogo Fernando Estrada señala que esta es una de las cuestiones que muchos de los padres de familia, enfrascados en su propio dolor, dejan a un lado, donde esta situación tan vulnerable en la que viven los niños, en gran parte repercute también en la edad adulta, resalto que el tomar en cuenta sus emociones es el poder permitirle a los niños el también sentir sus emociones y vivir su duelo, sobre todo el que los adultos tomen conciencia de que los niños también sufren perdidas, de cualquier tipo, para ellos por más distinto que tengan un enfoque sobre una perdida, por ejemplo la perdida de una mascota.
Ejercicios. Mencionó que más que ayudarles a superar una situación, es necesario crearles la realidad de que entiendan de que un ciclo ya termino, que ya están en otra etapa y centrarlos en lo que es el aquí y el ahora, lo cual se puede hacer a través de ejercicios como lo es una carta de despedida, que son ejercicios para cerrar ciclos, "van a escribir una carta los niños, dirigida a quien sea que esté siendo parte de su perdida, por ejemplo en un cierre de ciclo, o para aquellos que no pudieron cerrar su ciclo escolar hace algunos años, van a dirigirla a todos sus compañeritos, maestros e inclusive a algún familiar del cual el niño o niña no pude despedirse de ellos, es hacer una carta donde digan cuanto los extrañan, los quieren, pidan perdón por alguna circunstancia, y platicar con ellos expresar lo que quisieran compartir con esas personas, plasmarlo por medio de dibujo o letras para que puedan cerrar un ciclo de manera que puedan sanar".
