La invitación a ser conscientes de que se aproxima una temporada difícil y de escasez del vital líquido y al igual cuidar todo lo relacionado con en el medio ambiente.
Desafortunadamente, los pronósticos de lluvias para el presente 2023 no son nada alentadores, lo cual propiciará la extensión de la tan prolongada sequía que se vive en el norte de México, de lo cual es cierto que se registraron algunas lluvias de consideración en agosto y septiembre del 2022, pero no son suficientes para contrarrestar los efectos de este fenómeno.
Ante esto, el Obispo de la Diócesis de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño, exhorta a la comunidad hacer responsables en el cuidado del vital líquido, a fin de que en la próxima temporada de verano tengamos el agua en todos los sectores y no pasemos por la situación de otros estados como Nuevo León donde su principal fuente de abastecimiento que es la presa de la Boca se secó por completo.
Pedirán por lluvias. En lo concerniente a la iglesia, el Obispo, especificó que rogarán a dios para que conceda la lluvia, cabe señalar que as autoridades han realizado diversas acciones para cuidar el agua como campañas de concientización y algunos consejos como el realizar baños personal de cinco minutos, no regar la banqueta, no lavar el carro con la manguera y reportar toda fuga.
Cantidad. La realidad actual en cuanto al agua potable es bastante deprimente: hay poca agua, mucha está contaminada; además, una inmensa cantidad de personas en el mundo no tiene acceso adecuado a este recurso. En distintas partes escuchamos que el agua es vida, pero esto no aplica solo a los seres humanos. El acceso al agua se considera un indicador sobre la calidad de vida y es que todas las actividades humanas, en pequeña o mayor escala, dependen de este líquido. Hasta el crecimiento económico de una nación puede verse afectado, pues de la disponibilidad del agua dependen la producción de alimentos, la salud de la población y las industrias. La modificación de los hábitos es imprescindible para lograr el uso ético y adecuado de este recurso. Es bien sabido que una buena parte del agua del país se desperdicia en las grandes ciudades, en las que una persona tiene un consumo que triplica los estándares normales.
