Monclova, la llamada “Chernobyl de México”, fue noticia nacional siendo el epicentro de la pandemia en Coahuila y el país.
El pasado veinte de marzo se cumplieron exactamente tres años desde que la pandemia azotó a la región por un caso positivo al cual llamaron “paciente cero”. Este portador del SARS-CoV-2 fue un trailero que unos días antes había adquirido el virus en un viaje a Chicago para traerlo a Monclova, ya que al sentirse mal y acudir a urgencias de la clínica 7, comenzó la ola de contagios en primera instancia de doctores, enfermeras, personal médico y pacientes de dicha clínica. Este chofer falleció el día 27 de marzo y con él muchísimas víctimas más, las escuelas comenzaron a mandar a los alumnos a sus casas, los negocios comenzaron a cerrar, en los trabajos se comenzaba con el “home office” y el pánico de contraer el virus era tal que las calles lucían vacías. La economía de la ciudad rápidamente comenzó a decaer y justamente para esas fechas los problemas de Altos Hornos de México (AHMSA) cerraron con broche de oro la estocada económica a la región. Monclova, la llamada “Chernobyl de México”, fue noticia nacional siendo el epicentro de la pandemia en Coahuila y el país, la contingencia sanitaria ahora era real y no un virus del medio oriente que nunca llegaría a occidente porque esas cosas solo pasan en las películas.
Hoy parece que eso fue hace mucho tiempo y que solo fue un mal sueño del cual ya despertamos, pero la realidad es que las secuelas siguen presentes y toda una generación de niños que nacieron en estos años han tenido una infancia totalmente diferente a la de los demás. Muchas empresas también se dieron cuenta de que tal vez no era necesario tanto personal o que no era necesario tenerlo físicamente. Muchos negocios se adaptaron para no morir en el transcurso y el distanciamiento físico se ha hecho ya una costumbre aun cuando estemos saliendo de este bache. Pero no solo ha habido dolor y pérdida en estos tres años. También hemos visto la solidaridad y el apoyo entre los monclovenses, la creatividad y la innovación para enfrentar la crisis, y la resiliencia para adaptarnos a una nueva realidad. Hemos visto a la comunidad unirse para protegerse y proteger a los demás y yo creo que eso es algo de lo más rescatable que nos ha dejado la pandemia.
Hoy luego de tres años, podemos decir que vencimos a la enfermedad, los contagios han disminuido de manera sustancial y la tasa de mortalidad que el virus tiene es demasiado baja gracias a las vacunas y la inmunidad colectiva. Al último corte del veinte de marzo presente, Monclova tenía solo 75 casos activos de coronavirus y cero defunciones, lo que nos ofrece un panorama bastante alentador. Hoy demostramos, una vez más, que los ciudadanos de la región centro tienen para salir de esta y muchas más. ¿O usted qué opina?
Randy
Randy Arozarena, el jugador estrella de los Tampa Bay Rays en la Serie Mundial de 2020, ha sido recibido con gran entusiasmo y apoyo por parte de los fanáticos mexicanos y es que no es para menos; este carismático cubano nacionalizado mexicano, conquistó el corazón del país entero por su sencillez, pero sobre todo por su entrega y profesionalismo en su participación en el Clásico Mundial de Béisbol, en el cual representó a la selección de México y con mucho orgullo. Con sombrero de charro y botas vaqueras es como salía a hacer sus calentamientos al campo, pero lejos de esto, su desempeño en el campo, así como sus casi imposibles atrapadas dignas de cualquier estrella internacional del béisbol, lo han posicionado como uno de los consentidos del pueblo mexicano. No cabe duda de qué amor con amor se paga y los mexicanos somos buenos para arropar a quien quiere a nuestro país y da todo por él.
¿No cree?
