México es el cuarto país en producción de huevo y el primero en consumo anual, y además es signatario de acuerdos de la Organización Mundial de Sanidad Animal relacionados con el bienestar animal. Una de las prácticas a eliminar es el confinamiento intensivo de gallinas ponedoras de huevo en jaulas.
Las gallinas de postura son animales gregarios, buscan estar en grupos y en constantes baños de polvo, pues esto les ayuda a limpiar sus plumas de ácaros; parte de sus comportamientos naturales indispensables es tener un nido, un lugar privado, con poca iluminación para poder poner sus huevos, pero todo esto se ve impedido cuando se encuentran confinadas en un espacio similar al de una hoja de papel tamaño carta, donde no pueden mover sus alas, perchar (descansar), forrajear (comer), ni mucho menos tener nidos.
En el mundo, 90% de la producción de huevos de gallina sigue esta práctica de jaula; por otro lado, México es el cuarto país en producción de huevo y el primero en consumo anual, por ello es importante darnos cuenta de las afectaciones al bienestar animal, e incluso más allá, pues el humano también resulta afectado.
Diversas organizaciones, principalmente la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), el símil de la Organización Mundial para la Salud, se han dado a la tarea de recopilar investigación y documentar los componentes que son mínimos indispensables para otorgar las condiciones a los animales que nos proveen de alimento.
Conforme a la evidencia, hoy se sabe que los huevos de libre pastoreo, tienen un perfil nutricional general más saludable. Los beneficios encontrados incluyen menos grasas saturadas y colesterol, y niveles más altos de proteínas. También se ha encontrado que los huevos de gallinas de libre pastoreo contienen significativamente más vitamina A y vitamina E, más omega 3, niveles más altos de alfa tocoferol y ácido alfa-linolénico, niveles más altos de carotenoides, más luteína, una proporción más saludable de ácidos grasos omega 6 a omega 3, mayor densidad mineral ósea y más betacaroteno.
Arianna Torres, gerente de Relaciones Corporativas de Humane Society International (HSI) México, explica que cuando nos enfocamos en extender la producción, varias cosas se pasan por alto y olvidamos que las aves son animales “sintientes, inteligentes y con capacidades de experimentar emociones”. Cuando el enfoque sólo está en unidades de producción se pierde de vista incluso la salud del ser humano, pues cuando un animal está bien, el huevo presenta mayor calidad.
Asegura que esto se podría evitar y resolver en gran medida quitando las jaulas y poniendo condiciones de mayor bienestar animal, que incluyen: perchar, sustratos y nidos.
Esto es un cambio de paradigma, pero vale la pena la transformación para todos. No podemos soslayar que todos sus comportamientos naturales están intrínsecamente relacionados con el bienestar de las aves y su sistema autoinmune”, y aclara que los sistemas con altos estándares de bienestar animal no tienen que ser ni altamente tecnificados, ni altamente costosos, pero es fundamental para mantener el sistema inmune adecuado de las aves. “Si el huevo tiene más nutrientes, nosotros consumiremos huevos de mayor calidad”.
En octubre de 2020, HSI realizó un estudio que muestra que los espacios altamente confinados con altas densidades, donde la proximidad entre los animales es muy alta, son caldo de cultivo para enfermedades que se replican altamente entre animales y que muy probablemente pueden brincar a seres humanos como son las enfermedades zoonóticas “de esto aprendimos mucho durante la pandemia”, subraya.
Se requiere un cambio en el consumidor
Torres asegura que como consumidores tenemos mucho más poder del que pensamos para revertir esta situación. “Los productores, las empresas que consumen estos alimentos, los que lo ponen en el anaquel, conforme vayan cambiando las exigencias del mercado, ellos van a responder”.
Dijo que podemos empezar por estar informados y cuando busquemos este producto en los centros de distribución, revisar que los productos tengan el certificado no sólo ‘libre de jaula’, en México existe una certificación de bienestar animal que se distribuye de manera amplia y con precios accesibles, pero también esto se puede exigir en los restaurantes, hoteles, panaderías y espacios que consumen grandes cantidades de huevo, si nosotros no lo exigimos, probablemente sus productos vengan de sistemas altamente industrializados y confinados. “Se vale pedir, preguntar y elegir marcas que están haciendo las cosas bien, esta es la forma en que el cambio suceda de una manera más efectiva”, asegura.
Agrega que ya no podemos pensar que lo que se hace con los animales no termina afectándonos, “Todo está correlacionado y tenemos que ser muy conscientes de ello, no solamente porque es lo éticamente correcto y compasivamente adecuado, sino que al final del día puede cambiar nuestra vida y trastornarla de una manera importante, tenemos muchas razones para hacerlo bien”, concluye.
Beneficios del huevo de gallina de libre pastoreo
Está demostrado que tiene menos grasas saturadas y colesterol, y niveles más altos de proteínas; proporciona más vitamina A y vitamina E, más omega 3, niveles más altos de alfa–tocoferol y ácido alfa–linolénico, niveles más altos de carotenoides, más luteína, una proporción más saludable de ácidos grasos omega 6 a omega 3, mayor densidad mineral ósea y más betacaroteno.
