El cierre del puente internacional de Eagle Pass ha provocado pérdidas millonarias para la región.
Cantidades millonarias son las que suman en pérdidas en estos escasos días en los que se tiene el cierre del puente en la ciudad de Eagle Pass, pero además se enfrenta a otra situación que es la atención de las emergencias, dado que los migrantes acaparan el mayor número de llamadas de auxilio, ya sea en el río o bien estando a las orillas de la periferia con diversos síntomas.
El departamento de Bomberos de la ciudad texana cuenta con 5 ambulancias, especificó Manuel Melo, jefe de la citada área, detallando que cuando se requiere acudir al río, van de dos a tres unidades, y al mismo tiempo se solicita la ayuda por parte de la ciudadanía. Por lo que, en ocasiones, tienen que implementar distintas actuaciones, como acudir al lugar donde se requiere, valorar a la persona y, de no ser necesario el traslado, darle un tratamiento para que se quede en casa. Esto debido a la saturación del área de emergencias del hospital.
De acuerdo con las estadísticas con las que se cuenta en el mencionado cuerpo de auxilio, en el presente año, que está a escasas semanas de concluir, han transportado un promedio de 778 migrantes al hospital con distintos síntomas, desde atención por golpe de calor o deshidratación, que es lo que más prolifera en tiempo de verano, dado las condiciones del clima por el calor extremo registrado en la región, que es muy característico, hasta mujeres embarazadas a las cuales se les brinda en el nosocomio toda la atención debida sin pagar un solo dólar. Por lo que, la ciudadanía ha expresado su molestia con este tema, ya que quienes se encuentran de manera legal y pagan sus impuestos han tenido que esperar la atención, porque llegan estas personas con síntomas que requieren ser valorados antes que ellos.
Otro tema al que se tienen que enfrentar los cuerpos de auxilio es al de la recuperación de los cuerpos que son encontrados flotando en las aguas del río Bravo. De lo cual han sumado 43. Algunos se han logrado identificar con el apoyo de las autoridades consulares que han contactado a los familiares gracias a que portan alguna identificación. Quienes no corren con esa misma suerte son enviados a la fosa común. Pero lo más lamentable son los menores de edad que han sido arrebatados por las traicioneras aguas del río. De los cuales suman cerca de 12, desde bebés hasta jóvenes de 15 años.
