Entre las presiones de la cotidianidad y los factores de estrés, resulta fácil descuidar la salud. Sin embargo, es posible realizar acciones sencillas para cuidar el bienestar, un factor clave hacia una vida de calidad.
Algunos de estos actos toman pocos minutos, un ejemplo es hacer una visita rápida a áreas verdes cercanas o meditar sin distracciones durante 10 minutos.
La importancia de estos hábitos positivos en la cotidianidad ha sido objeto de discusión entre distintos centros médicos. La principal recomendación es crear conciencia en las personas respecto a los beneficios del cuidado de la salud mental, al tiempo que las políticas públicas también se adaptan para ofrecer un fácil acceso al bienestar y a las principales necesidades de salud.
Al respecto, un artículo de la Mental Health Foundation, centro médico de Inglaterra, enumera una serie de recomendaciones clave para proteger la salud mental, que van más allá de las terapias tradicionales. Entre estos consejos se destacan el tiempo dedicado al sueño de calidad, la prevención del uso de drogas ilícitas y la gestión de las finanzas personales. Sobre este último factor, la institución ha identificado una relación directa con las causas de estrés entre los adultos, ya que las deudas generan altos niveles de ansiedad.
Evitar alimentos fritos y pasear por el parque ayudan al bienestar
La relación entre el cuerpo y la mente suele ser más estrecha de lo que se piensa. Para mantener el buen estado de salud mental, una de las vías más efectivas es la actividad física. Los beneficios de realizar ejercicio repercuten de forma positiva en el tratamiento de la depresión, incluso superando en 1,5 veces la efectividad del asesoramiento o los medicamentos utilizados en el tratamiento de esta condición mental, según un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine (BJSM).
La investigación, la más exhaustiva hasta el momento en esta área, tuvo en cuenta 97 revisiones previas, abarcando 1.039 ensayos con un total de 128.119 participantes. Las conclusiones indicaron que las rutinas de ejercicio implementadas en un período de 12 semanas o menos surtieron el mayor efecto en la mitigación de los signos relacionados con la salud mental. Por otro lado, los investigadores enfatizaron que el ejercicio nunca debe reemplazar los tratamientos farmacológicos o las terapias psicológicas, sino que debe ser considerado como un complemento.
Como se ha confirmado en el estudio, el cuidado del cuerpo y el cerebro son esenciales para el bienestar. Para mantener esta relación en óptimas condiciones se necesita una alimentación saludable. Opciones ricas en nutrientes como los huevos revueltos y los batidos nutritivos aportan una mejora en el ánimo de las personas. Platillos de la dieta mediterránea, con pescado, frutas, verduras, frijoles (habichuelas), granos integrales y panes con alto contenido de fibra, y aceite de oliva, ayudan a mantener estable la salud mental y reduce los síntomas de depresión, conforme a una artículo publicado en British Medical Journal (BMJ).
Para que la alimentación surta un efecto positivo en la salud mental, también es necesario evitar los alimentos fritos, por más atractivo que resulte su sabor. Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) se aplicó a 140,728 individuos durante un promedio de 11,3 años e identificó 8,294 y 12,735 casos de ansiedad y depresión, respectivamente, tras el consumo de estas comidas. Las papas y carne frita se asociaron con un mayor riesgo de síntomas de ansiedad al 12% y depresión al 7%.
Un buen complemento a la actividad física y una alimentación saludable son las visitas a las áreas verdes. Pasar tiempo en la naturaleza puede ayudar a mejorar el bienestar emocional y psicológico. Por lo tanto, es importante que las ciudades y las comunidades ofrezcan acceso a la naturaleza a sus residentes, ya que esto puede ayudar a reducir problemas de salud mental y desigualdades en este aspecto. También ayuda a mejorar la retención de la memoria, de acuerdo con un estudio publicado en la revista Science Advances.
El buen descanso, la meditación y la gratitud aumentan el bienestar
La actitud de las personas también cuenta en el cuidado del bienestar. Cuando los problemas cotidianos abruman el estado de ánimo de una persona, la meditación durante 10 o 15 minutos diarios se perfila como una vía factible para proteger la estabilidad emocional. Esta práctica ofrece una serie de beneficios para el bienestar emocional y la salud general. Al practicarla, se puede experimentar una sensación de calma, equilibrio y paz, que ayuda a reducir el estrés y a mantener la tranquilidad a lo largo del día, según la reconocida Mayo Clinic.
Además, la meditación puede proporcionar una nueva perspectiva sobre situaciones estresantes, mejorar la autoconciencia, aumentar la creatividad, la paciencia y la tolerancia, reducir las emociones negativas, y también tiene efectos positivos en la frecuencia cardíaca, la presión arterial en reposo y la calidad del sueño.
Respecto a este último factor de descanso, también resulta importante para el cuidado de la salud en general. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), no dormir lo suficiente, es decir, menos de 7 horas en un día, puede tener serias consecuencias para nuestra salud en general. Se ha descubierto que esta falta de sueño se relaciona con problemas de salud física y mental, así como con un mayor riesgo de accidentes cerebrovasculares, obesidad y presión arterial alta. Lo recomendable es dormir 8 horas al día.
Con un sueño saludable, las personas suelen obtener una mejor calidad de vida. Por otro lado, hay otro acceso a este beneficio que depende solo de ser agradecido con los demás. En una revisión científica de 19 estudios con 2,951 pacientes se identificaron diversos beneficios que la gratitud tiene tanto en la sanidad mental de los pacientes como en el funcionamiento del organismo. Realizar esta práctica se traduce en un menor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, insuficiencias cardíacas y una mejoría del sistema nervioso autónomo, según el artículo publicado en la reconocida revista de medicina Frontiers.
También se descubrió que la práctica de la gratitud tuvo un efecto positivo en el sistema nervioso y ayudó a los órganos a mantener una actividad estable. Esto significa que las personas mostraron una respuesta más relajada y menos estresante, lo que es beneficioso para el corazón.
Más consejos para mejorar la salud mental en la vida cotidiana
Aún existen otras prácticas y hábitos que refuerzan el buen funcionamiento de la salud mental. Algunos de ellos son más fáciles de realizar en entornos con familia, amigos y mascotas. La interacción con animales, la expresión creativa y las relaciones interpersonales significativas pueden mejorar tanto la calidad de vida como la estabilidad emocional, según la organización Mental Health America (MHA).
El tiempo invertido en la compañía de animales podría ser beneficioso para la salud mental. Esta interacción disminuye la producción de cortisol, la hormona del estrés, generando a su vez un aumento de oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad. Asimismo, se incentiva a aquellos sin mascotas en sus vidas a pasar tiempo con los animales de amigos o hacer voluntariado en refugios de animales.
Por otra parte, la MHA valora la expresión creativa como un elemento fortalecedor del bienestar general. Sugerencias como probar una receta nueva, escribir un poema, pintar o embarcarse en un proyecto de interés pueden ser actividades propicias para trabajar en este aspecto.