Esas viejas advertencias de nuestras abuelas sobre la importancia de lavarnos detrás de las orejas y entre los dedos de los pies no eran solo consejos de la sabiduría popular.
La ciencia ha demostrado que estas dos áreas del cuerpo albergan una abundante cantidad de gérmenes y bacterias, y los expertos creen que esto puede tener un impacto significativo en nuestra salud.
Investigadores de la Universidad George Washington en Washington DC llevaron a cabo un estudio que arrojó luz sobre este tema.
Bajo la dirección del profesor Keith Crandall, profesor de genómica en la universidad, 129 estudiantes universitarios y de posgrado se sometieron a un experimento en enero de 2019, 2020, 2022 y 2023, con una pausa en 2021 debido a la pandemia de Covid.
El experimento consistió en que los participantes se frotaran detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo, áreas que se consideran propicias para la proliferación de bacterias debido a su humedad y calor. También se tomaron muestras de sus antebrazos y pantorrillas como áreas de control.
Las muestras de piel fueron analizadas para secuenciar el ADN y comparar la diversidad de microbios presentes en las áreas mencionadas con las regiones de control. Los resultados revelaron que las áreas detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y en el ombligo albergan una mayor diversidad de microbios en comparación con las áreas de control, lo que indica una potencialmente más saludable colección de bacterias.
Esta diversidad en el microbioma de la piel es esencial, ya que puede indicar la presencia de bacterias menos propensas a causar enfermedades. El profesor Crandall explicó que el desequilibrio en el microbioma, favoreciendo a las bacterias dañinas, puede dar lugar a problemas de la piel como el eccema o el acné.
El microbioma varía en todo el cuerpo y contiene tanto bacterias beneficiosas como potencialmente dañinas. Sin embargo, mantener una buena higiene, incluyendo la limpieza cuidadosa de las áreas detrás de las orejas, entre los dedos de los pies y el ombligo, puede ayudar a prevenir que las bacterias dañinas se apoderen del microbioma y causen problemas de salud.
Entonces, la próxima vez que tu abuela te inste a lavarte detrás de las orejas y entre los dedos de los pies, recuerda que su consejo no solo es un recordatorio de buenos modales, sino también una medida clave para mantener tu piel y tu salud en óptimas condiciones. La ciencia lo respalda: estas dos partes del cuerpo albergan más gérmenes de lo que podrías imaginar.
