Un grupo de científicos ha desarrollado un organoide cerebral tridimensional llamado 'Brainware', por medio de la de la inteligencia artificial, que es capaz de simular la estructura y funcionamiento del cerebro humano y reconocer el habla humana.
Este hito tecnológico se dio a conocer en un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature Electronics.
Los organoides, réplicas en tres dimensiones de órganos humanos creadas en laboratorios a través de métodos de cultivo celular, han alcanzado un nuevo nivel con la creación de 'Brainware'.
Este sistema informático híbrido combina hardware electrónico con un organoide cerebral, aprovechando la inteligencia artificial, específicamente el aprendizaje automático y modelos de redes neuronales artificiales.
Los investigadores utilizaron células madre humanas para cultivar artificialmente este organoide cerebral tridimensional, reproduciendo aspectos cruciales de la estructura y función del cerebro. 'Brainware' cuenta con diversas identidades celulares cerebrales, desde neuronas en fase inicial hasta maduras, y presenta el desarrollo temprano de estructuras cerebrales similares, como zonas ventriculares, para la formación, función y mantenimiento de redes neuronales.
Una característica notable de este 'cerebro' artificial es su capacidad para recibir entradas mediante estimulación eléctrica y enviar salidas a través de la actividad neuronal. Además, está equipado con una red neuronal artificial de 'computación de reservorio', diseñada para capturar y recordar información.
Los científicos probaron la eficacia de 'Brainware' en el reconocimiento del habla, desafiando al sistema a distinguir los sonidos vocálicos japoneses de un individuo entre las voces de otras ocho personas, utilizando 240 clips de audio. Tras el entrenamiento, el sistema alcanzó una impresionante precisión del 78%.
La investigadora de la Universidad de Johns Hopkins, Lena Smirnova, quien revisó el estudio, destacó la importancia de este avance y sugirió que, aunque la creación de sistemas bioinformáticos completos podría tardar décadas, la investigación proporciona conocimientos fundamentales sobre los mecanismos del aprendizaje, el desarrollo neuronal y las implicaciones cognitivas de las enfermedades neurodegenerativas. Este paso podría marcar el inicio de futuras innovaciones en la convergencia entre la inteligencia artificial y la biología cerebral.
