Dallas comenzó la temporada con victorias rápidas y abultadas, pero eso ha quedado atrás.
El equipo nunca se había visto tan mal con un Dak Prescott saludable ante uno de los mejores equipos que en la derrota por 42-10 ante San Francisco el domingo.
Tras este resultado, los Cowboys continuarán su viaje por la Costa Oeste con una ordinaria marca de 3-2 para enfrentar el próximo lunes a los Chargers de Los Ángeles.
Dos duelos después, Dallas visitará al equipo que hasta ahora se mantiene dos juegos por encima de ellos en el liderato del Este de la Conferencia Nacional; los Eagles de Filadelfia, campeones defensores de conferencia, tiene la misma marca de 5-0 que los 49ers.
“Tuve una rápida reflexión sobre los cinco duelos que hemos disputado”, indicó el entrenador Mike McCarthy. “Han sido actuaciones desiguales, tan distintas como pude recordar en un periodo de cinco semanas. Lo más importante para nosotros es ser responsables. Ciertamente fue humillante, pero es un juego”.
Pero posiblemente una derrota dañina.
McCarthy sólo ha sufrido una peor derrota en 17 años como entrenador en jefe. Prescott nunca había perdido de esta forma en ocho años como titular, por lo que se refirió a esta como una derrota humillante.
Este debía ser un juego en el que los Cowboys medirían en dónde se encuentran frente a un contendiente al Super Bowl que los dejó fuera de los playoffs los últimos dos años.
Pero las dudas de la legitimidad de Dallas persistirán por semanas, al menos hasta el primer domingo de noviembre, en el primero de dos enfrentamientos ante los Eagles.
Pero en esta ocasión, la defensiva se vio dominada desde la patada inicial y la ofensiva no tuvo respuesta. Prescott empató su máximo de carrera de tres intercepciones.
Dallas está casi al fondo de la NFL en términos de eficiencia de touchdown dentro de la yarda 20 de sus rivales esta temporada, pero no empeoró su marca. Los Cowboys no tuvieron ninguna jugada dentro de la zona de anotación ante los Niners.
La ofensiva necesita iniciar mejor estos juegos importantes y esta derrota abultada fue un recordatorio que la ofensiva prácticamente no ha sido un factor en sus triunfos.
Dallas tuvo cuatro puntos y un balón suelto en sus primeras seis jugadas ante los 49ers y McCarthy tuvo que abandonar el intento de anotar en el último minuto de la primera mitad tras la tercera captura a Prescott.
