Se han registrado pérdidas millonarias como resultado de la varada de mercancías, con un valor superior a los 2 mil millones de dólares, impactando negativamente la dinámica comercial bilateral.
En el trasfondo de una creciente crisis migratoria, la decisión unilateral de cerrar los cruces fronterizos entre México y Estados Unidos, con un enfoque crítico en Piedras Negras y Eagle Pass, ha desencadenado consecuencias económicas significativas.
Se estima que las pérdidas diarias ascienden a cerca de 100 millones de dólares, según alerta la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Medidas. La Coparmex, alzando su voz como representante de los intereses empresariales, ha dirigido un enérgico llamado a la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Secretaría de Economía, el gobierno estadounidense y las autoridades de Texas. Exigen medidas urgentes para abordar la crisis migratoria sin comprometer los flujos comerciales, subrayando que el cierre de cruces ferroviarios en Eagle Pass y El Paso constituye una medida perjudicial para ambas naciones. El organismo empresarial argumenta que estas acciones representan un daño económico considerable y evidencian el fracaso de la política migratoria. Destaca que la atención debería centrarse en abordar las causas fundamentales del desplazamiento, en lugar de simplemente frenar el tránsito de personas.
Situación compleja. El cierre, oficializado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, tiene como objetivo redirigir al personal para reforzar la labor de la Patrulla Fronteriza en la detención de migrantes, lo cual añade tensiones a una situación ya compleja.
Este cierre se suma a otras medidas restrictivas adoptadas recientemente en diferentes puntos de la frontera, incluyendo excesivas revisiones de seguridad por parte de Texas. Tales acciones han resultado en la varada de mercancías con un valor superior a los 2 mil millones de dólares, impactando negativamente la dinámica comercial bilateral.
Importaciones. En el ámbito agropecuario, México se ve particularmente afectado, dependiendo de importaciones de insumos cruciales para la alimentación humana y ganadera, como el maíz amarillo y la pasta de soja. La empresa ferroviaria Union Pacific alerta que el 45 por ciento de los carros ferroviarios con destino a México atraviesan los cruces afectados. La crisis se agrava con la amenaza de congestión para el tráfico de trenes y más de 10 mil carros de ferrocarril, lo cual representa un riesgo significativo para el comercio bilateral. Datos recientes revelan que el 11.5 por ciento del valor de la carga que cruza la frontera se transporta por tren, siendo Eagle Pass y El Paso responsables del 36 por ciento del valor total transportado por tren en la frontera México-Estados Unidos. Ante esta situación, la Coparmex emite un llamado urgente a los ejecutivos de ambos países y a sus respectivos Congresos para que legislen en materia migratoria. Se busca establecer reglas claras y soluciones que aborden de manera integral las causas subyacentes del desplazamiento de las personas. La gestión de la crisis en la frontera no debe basarse en muros ni en medidas migratorias y comerciales más estrictas, sino en el diálogo continuo, acciones coordinadas y abordando las raíces del problema. Se subraya la importancia de evitar la influencia de cálculos político-electorales que puedan poner en riesgo tanto vidas humanas como la economía de ambos países. En medio de la incertidumbre que rodea la crisis en los cruces fronterizos de Piedras Negras y Eagle Pass, lamentablemente, hasta el momento no se dispone de una fecha estimada para el retorno de las operaciones. La falta de claridad en cuanto a la duración de estos cierres genera ansiedad tanto en el sector empresarial como en la población, ya que la imprevisibilidad de la situación dificulta la planificación.
