El bacné, puede darse a cualquier edad aunque es, sin duda alguna, en la etapa adolescente donde resulta más frecuente.
El acné es una condición común que varía en gravedad y afecta a una gran cantidad de personas, desde la adolescencia hasta la adultez. Esta afección de la piel se trata de la aparición de puntos negros, blancos o de pus debido a la obstrucción del poro.
Y si bien cuando hablamos de este problema lo asociamos al rostro, lo cierto es que la espalda también es una zona propensa a sufrir dichas obstrucciones, cuando es así se conoce como 'bacné' y no se trata igual que cuando aparece en el rostro.
La piel de la espalda es más gruesa, por eso, los poros tienen una tendencia mayor a la obstrucción si no seguimos una vida saludable, equilibramos nuestras hormonas y establecemos una rutina de higiene correcta. Los motivos por los que aparece el acné son, entre otros:
- Una producción excesiva de sebo
- Cambios hormonales provocados por el ciclo menstrual, el embarazo o la menopausia
- Una alimentación rica en grasas transgénicas y azúcares simples
- Medicación como corticoides o antiepilépticos
- Falta de higiene
- Exceso de sudoración o humedad por largos períodos de tiempo
- Picos de ansiedad o estrés
Si bien la Asociación Británica de Dermatología, asegura que existe poca evidencia de que un alimento en particular, como chocolate o comidas rápidas, puede causar el acné, la Academia Estadounidense de Dermatólogos, indica que los estudios demuestran que ciertos carbohidratos, incluyendo el pan blanco y las patatas fritas, incrementan los niveles de azúcar en la sangre, lo que es un activador potencial del acné.
El tratamiento adecuado puede reducir brotes y prevenir cicatrices permanentes. Ya que si no se realiza nada en la piel, el acné puede causar cicatrices, baja autoestima, depresión y ansiedad.
Opciones de tratamiento:
- Cremas tópicas con peróxido de benzoilo o ácido salicílico son efectivas para el acné leve.
- Pastillas recetadas, como antibióticos o isotretinoína, son opciones para casos severos, pero con posibles efectos secundarios.
Procedimientos y prevención:
- Procedimientos con láser o terapias de luz pueden ayudar, aunque la evidencia de su efectividad es limitada.
- Prevenir brotes incluye usar ropa holgada, lavarse después de sudar y evitar la exposición solar excesiva.
- Tampoco podemos olvidar uno de los remedios naturales más eficaces: los rayos del sol. Ese poder antibacteriano, antiinflamatorio y secante es perfecto para que los granos de la espalda se sequen y desaparezcan más rápidamente.
