Bienvenidos a su humilde columna que ni es humilde ni es su columna.
Dicho lo anterior, le comentó que hoy el tema no es la novedad de política ni cuestiones empresariales, ahorita quisiera abocarme en el tema de la venta ilegal de cuetes para el festejo de la noche del 15 de septiembre, mejor conocido como el “Grito de Independencia”.
Sabemos lo importante de que nosotros como padres de familia pongamos todo el empeño necesario en que nuestros hijos opten por divertirse con objetos que no lo pongan en riesgo, es poco coherente que no los dejemos jugar con cuchillos de la cocina porque se pueden lastimar o herir a alguien más y les explicamos, por qué no, pero cuando se llega la noche mexicana, o incluso en navidad y año nuevo, andamos buscando como niños igual que ellos, una persona que venda pirotécnica, vamos al centro, buscamos en redes sociales y hacemos todo lo posible por encontrarlos para “divertirse”.
Y que ilógico poner en las manos de nuestros hijos o familiares, pólvora para que la hagan explotar, hágame usted el favor.
Y es que, aunque se hacen operativos y de todo, pareciera que a todos se les olvida y deciden hacer como que no pasa nada.
Desde hace años quedó prohibido por ley que las personas usen, vendan o distribuyan pirotécnica, quien lo haga se hace acreedor a una multa de hasta 20 mil pesos. Solo pueden utilizarla quienes tengan un permiso autorizado por la SEDENA, como el municipio que hace la fiesta de Independencia, y al finalizar realiza un espectáculo de fuegos pirotécnicos; sin embargo, estos están estrictamente vigilados con personal de Protección Civil y Bomberos cerca para que puedan actuar en caso de que se presente un accidente.
Este consejo les doy porque su amiga soy, déjeme le comento una anécdota que no quisiera que le pasara para que entendiera la magnitud de las consecuencias que se pueden tener al poner al alcance de nuestra familia, pirotecnia, una persona cercana a su servidora, tuvo un accidente fatal al estar “tronando cuetes”, uno salió disparado justo en su ojo, lo perdió y esto cambió su vida radicalmente, no solo para él sino para toda su familia.
Esa escena desgarradora de gritos y llantos, que nomás de acordarme hace que a uno se le erice la piel, me hizo tomar la decisión de siempre negarle a mis hijos y cercanos a mí, la manipulación de fuegos pirotécnicos, no quisiera que uno de ellos pasara por lo mismo que mi vecino, porque jamás me lo perdonaría.
Lo invito a que usted tome también esa decisión y haga conciencia, porque este que les cuento es solo uno de muchos casos que se han presentado en la ciudad, pequeños incluso han quedado mutilados por esta misma situación.
Hay otras formas de crear cercanía con nuestros hijos y demás familiares, la carnita asada, el pozolito... además de que le cuente a sus hijos mejor la historia de México.
Haber, ¿en qué año celebró México su Independencia?
¿Cuál es el nombre del llamado Padre de la Patria?
Si no respondió las preguntas, mejor ni festeje.
Viva bonito y sea feliz.
