Cruz Roja entiende los diversos factores que enfrentan para llegar a la frontera y busca extender una mayor protección hacia ellos.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, (CICR), mantiene una serie de acciones en pro de proteger a la población migrante de diversos factores que enfrentan durante su trayecto hacia las fronteras, en la búsqueda de que los gobiernos, federal, estatal y local puedan extender una mayor protección hacia ellos debido a la vulnerabilidad en la que viven en su caminar hacia el anhelado sueño americano.
Ariadne López Flores, oficial de protección en México de CICR, señala que las medidas más estrictas en los controles migratorios en los países de la región, la implementación de políticas regionales y la exigencia de visa para más nacionalidades continúan forzando a las personas a recurrir a medios irregulares y a buscar rutas cada vez más peligrosas para evitar el control de las autoridades, con consecuencias muchas veces fatales, “El CICR considera que la migración es un fenómeno de múltiples causas, con incrementos y descensos. No es la primera vez que se percibe un aumento de los flujos en la región. Sin embargo, estamos conscientes de que la crisis socioeconómica, los cambios en las condiciones en países de origen y permanencia temporal de algunos grupos de migrantes se han deteriorado, lo que han tenido como consecuencia un incremento en el flujo hacia países del norte del continente”.
Factores para migrar. Las motivaciones que tienen las personas para salir de su país de origen son múltiples: condiciones de inseguridad, violencia, carencias económicas, el deseo de reunificarse con sus familias o buscar a un familiar desaparecido, por ello el CICR realiza entrevistas a personas migrantes y mantiene diálogos con actores relevantes, incluyendo albergues, organizaciones de la sociedad civil, organismos internacionales, entre otros, para comprender las principales consecuencias humanitarias asociadas a la violencia y a los cambios en las políticas migratorias. Las personas migrantes se enfrentan a la posibilidad de desaparecer, ser víctimas de redes de tráfico de personas, violencia sexual, secuestros, así como a robos y extorsiones lo que provoca un deterioro en su salud física y mental de cada persona.
“Reconocemos que es el gobierno de México quien tiene la responsabilidad principal de proteger a las personas migrantes que se encuentran en el país, así como de prevenir y mitigar las consecuencias humanitarias que enfrentan. También es consciente del desafío que implica responder, por lo que reitera su compromiso para apoyar a las autoridades, personas heridas, fallecidas y familiares, por lo que seguiremos trabajando para promover y proteger la seguridad, dignidad y derechos de las personas migrantes, tanto en los países de origen de cada persona y tránsito como en los de destino”.
Coordinando esfuerzos. López Flores resaltó que es necesaria una mayor coordinación y articulación de esfuerzos entre la sociedad civil, las organizaciones internacionales y las instituciones públicas, pues cada uno de ellos tiene cierta experiencia que es muy útil para ser más efectivos ante flujos migratorios más intensos, destacando que el CICR no comenta las políticas de ningún Estado, si no que siempre alienta enfoques que garanticen las salvaguardias adecuadas que protejan la seguridad y la dignidad de las personas migrantes pues es responsabilidad de los Estados satisfacer sus necesidades, protegerlas y defender sus derechos.
Región. Algo que se resalta de este tema es que el CICR es consciente de que la acumulación de personas en las fronteras puede generar consecuencias humanitarias derivadas, exponiendo a los migrantes a peligros o desbordando la capacidad de atención del Estado y de las organizaciones humanitarias, por eso sigue este tema con especial atención, “respecto a situaciones específicas relacionadas con el uso de la fuerza o contención del tránsito de las personas migrantes por los países de la región, CICR es una organización neutral e imparcial, no se pronuncia de manera pública, sin embargo, lo que sí hacemos es promover el cumplimiento de los estándares internacionales y los principios que rigen el uso de la fuerza a través de su difusión y de capacitaciones sobre el tema, manteniendo, entre otras iniciativas, un diálogo confidencial sobre eventuales usos indebidos o excesivos de la fuerza con las Fuerzas Armadas y de Seguridad en la región y sobre trato digno con las autoridades migratorias, por ello nuestro trabajo del CICR es recordarles a las autoridades que el imperativo humanitario en materia de migración es gestionar los flujos con una visión de protección de las personas que prime sobre un enfoque de seguridad”.
Fin. La seguridad en los puestos migratorios debe estar orientada siempre a la protección de los derechos de las personas migrantes y el respeto al espacio humanitario, pues en ninguna circunstancia puede usarse fuerza potencialmente letal con el fin de arrestar o detener a migrantes, incluso en el caso de huida frente a instancias de revisión, por ingreso irregular al territorio o por sospecha de infracción de las leyes migratorias.
