Checo hace el primo y Alonso y Sainz cierran el top-5
Qué difícil es para un equipo de Fórmula 1 cuidar los egos de dos pilotos que creen luchar por el título. Y qué fácil se puede desequilibrar un pulso incómodo que quizás nunca fue tal, pero que desde luego ahora ya no existe.
Verstappen sale desde la pole este domingo para ganar por primera vez en su carrera el GP de Australia (uno de los pocos que le faltan) con el Red Bull más dominante desde los tiempos de Vettel. Su compañero sale último.
Checo Pérez vivió uno de los peores días para cualquier piloto en este deporte: perdió cualquier oportunidad sobre un RB18 que ya no se comportaba como el suyo, se paseó por la hierba demasiadas veces en los Libres 3 y lo remató con una colada en la Q1 que le llevó hasta la grava, donde quedó empanzado. Solo la grúa podría sacarle de ahí y todo apunta a un problema técnico poco oportuno.
“Era muy difícil hacer nada, en cuanto tocaba los frenos me convertía en el pasajero del coche. El balance de la frenada no funcionaba correctamente. Espero que seamos capaces de arreglarlo y poder luchar en la carrera...”, explicó Pérez, que confía en su equipo. Más adelante se sabrá si cedió a la presión o si alguien apretó mal una tuerca. Porque Checo fue reivindicativo, dijo estos días que Red Bull por fin corría con dos coches, y se ha encontrado con un ‘poltergeist’ en su monoplaza. En boca cerrada…
Cómodo Verstappen y sorpresa de Mercedes
La pole del neerlandés fue algo más sufrida que las otras, llegó a encontrarse cuatro pilotos en una décima, aunque en el momento decisivo asestó 0.2 a los dos Mercedes. Russell y Hamilton se colaron delante de los españoles a última hora con dos fogonazos de sus pilotos, que siempre han sido buenos clasificadores. Alonso partirá cuarto con el Aston Martin, justo por detrás de Hamilton. Unas escasas milésimas le situaron tras los dos coches de Brackley y le obligan a remontar este domingo, porque el AMR23 tiene algo más ritmo de carrera, o así debería ser vistas las primeras carreras de la temporada. Pero la diferencia no es enorme y la carrera de Albert Park es una incógnita después de unos entrenamientos repletos de incidentes.
Sainz, por su parte, logró un digno quinto por delante de Stroll y Leclerc que podía haber sido mejor, porque se escaparon décimas en el primer sector. Ferrari se planteó los rebufos en el intento final por lo que pudiera pasar, pero no pasó mucho. El colchón con los de debajo es tan grande que nunca se caerán del top-8. Pero la ventaja de los de delante es tan preocupante que el podio parece una quimera para el equipo italiano a estas alturas de la temporada. Y solo se trata de la tercera carrera. Leclerc, séptimo, temía la lluvia y salió demasiado pronto. Albon (Williams), Gasly (Alpine) y Hulkenberg (Haas) completaron un colorido top-10 en el que no se veía ni por asomo a los McLaren. Y donde faltaba, sin duda, Pérez.
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