En un informe alarmante, se revela que en el año 2020, México enfrentó una escalofriante cifra de 7,100 fallecimientos a causa del cáncer de pulmón. Este devastador dato coloca al país en una posición crítica en el séptimo lugar de registros por cáncer en hombres y mujeres, según estadísticas recientes.
El cáncer de pulmón, considerado la principal causa de muerte por cáncer en todo el mundo, no discrimina género ni edad. Se diagnosticaron 7,588 nuevos casos en 2020, sumando un sombrío panorama de su impacto en la salud de la nación.
Los pulmones, esos órganos cruciales en forma de cono, son esenciales para la respiración y el intercambio de oxígeno en el cuerpo. Sin embargo, cuando el cáncer de pulmón se apodera, estas funciones vitales se ven comprometidas, llevando a consecuencias trágicas.
Existen dos clasificaciones principales de este cáncer: el de células pequeñas y el de células no pequeñas (CPCNP). Este último, responsable del 80% al 85% de los diagnósticos, se caracteriza por el crecimiento descontrolado de células sanas en los pulmones. Dentro de esta categoría, se identifican distintos tipos, como el adenocarcinoma, el carcinoma de células escamosas y el carcinoma de células grandes.
El riesgo de desarrollar CPCNP se ve aumentado por diversos factores, desde el consumo actual o pasado de cigarros hasta la exposición laboral a sustancias tóxicas como el amianto o el alquitrán. La contaminación del aire y los antecedentes familiares de cáncer de pulmón también contribuyen a este sombrío panorama.
Este es un llamado a la acción para promover la prevención y el conocimiento sobre esta enfermedad que cobra tantas vidas. Enfrentar el cáncer de pulmón implica no solo mejorar la conciencia pública, sino también abogar por políticas de salud más efectivas y estrategias de prevención a nivel nacional.
Ante estas cifras, es urgente que la sociedad, los profesionales de la salud y las autoridades se unan en un esfuerzo conjunto para abordar y combatir esta tragedia silenciosa que afecta a miles de mexicanos.
