De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Salud Pública, el cáncer de próstata es la segunda causa más frecuente de mortalidad por tumores malignos entre hombres de 65 años y más, con una aparición más común entre los 60 y 70 años.
Los fallecimientos por cáncer de próstata superan las 5,000 víctimas cada año en México, con un promedio de 14 muertos al día.
El cáncer de próstata es un mal curable en sus etapas iniciales. Sin embargo, es muy complejo de diagnosticar, a menos que se encuentre en etapas avanzadas, por ello, es necesario intensificar los esfuerzos de prevención para evitar más muertes por su causa.
Todo hombre debe comenzar chequeos anuales a los 40 años y se los debe hacer con una rigurosidad similar a las que recurren las mujeres a realizarse el Papanicolau, puesto que en etapas iniciales el cáncer de próstata no produce síntomas, señala el doctor Juan Pablo Flores Tapia, jefe de la División de Urgología y Nefrología del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán.
No hay forma de prevenir este tipo de cáncer, por lo que la mejor forma de reducir su incidencia es tomar conciencia de la importancia de la detección oportuna.
Las revisiones están rodeadas de varios tabúes, que provocan aversión a los chequeos particularmente porque requieren de un examen rectal para revisar el estado de la próstata, que en realidad es muy sencillo y no tomo más de diez segundos.
