Los fantasmas del pasado han vuelto a Dallas con otra actuación desastrosa en casa de uno de los equipos más fuertes de toda la NFL.
Los Cowboys, que llegaban con cinco victorias en fila, fueron aplastados (10-31) por los Buffalo Bills en el partido más atractivo de la Semana 15.
Todos los reflectores estuvieron puestos en la batalla entre dos de los quarterbacks más destacados de la liga. El premio del Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada parecía cerca de Dak Prescott hasta antes de este partido, donde de nueva cuenta fue incapaz de salvar a su equipo
Prescott tuvo su peor actuación del año. Apenas completó 21 de sus 34 envíos para 134 yardas, sin touhdowns y una intercepción. Estos son los juegos que han marcado hasta el momento la carrera del pasador #4.
Pero Prescott no fue el único jugador de Dallas que se quedó muy por debajo de las expectativas. Prácticamente nadie estuvo a la altura. La defensiva, que se ha caracterizado por ser oportunista, no pudo robarle un balón al QB con más intercepciones de la campaña.
Los Bills liquidaron la contienda prácticamente durante la primera mitad, donde sacaron una diferencia de 18 puntos (21-3)
Josh Allen ni siquiera necesitó forzar su brazo derecho, al únicamente completar siete envíos para 94 yardas y un TD. La clave fue el daño que hicieron por la vía terrestre, donde la escuadra de casa corrió para 266 yardas.
En las últimas semanas, James Cook ha despertado y en 25 acarreos contabilizó 179 yardas y un ingreso a la zona prometida. Pero también consiguieron una anotación por esa vía tanto Allen como el corredor Latavius Murray.
Mike McCarthy se quedó sin respuestas para frenar el ataque terrestre de su oponente que no solamente les movió las cadenas, también se acabó el tiempo que esfumó cualquier oportunidad de remontada.
Los Bills ya se habían quedado sin margen de error en busca de un lugar a los playoffs. Con este triunfo se colocaron con marca de 8-6. Por su parte, la derrota deja a Dallas en el segundo lugar de la división Este de la Conferencia Nacional con récord de 10-4, y salvo una serie de fracasos, le será imposible reemplazar a Filadelfia en la cima del sector.
