Construir ladrillos con regolito lunar parece una actividad de preescolares comparada con lo que acaba de hacer Blue Origin. La compañía acaba de anunciar en su página web que sus ingenieros han logrado fabricar paneles solares funcionales usando el polvo que cubre la superficie lunar.
La idea no es nueva. El regolito lunar es un material abundantísimo y que contiene todos los elementos químicos necesarios para fabricar paneles solares (silicio, hierro, magnesio, aluminio...). Sin embargo, nunca hasta ahora se había tratado de hacer en la práctica. Resulta que dentro de Blue Origin hay un proyecto específico llamado Blue Alchemist que lleva dos años trabajando en ello, y acaban de conseguirlo.
El proceso se llama electrolisis de regolito fundido, y para llegar a él han empleado un regolito sintético que emula completamente las propiedades químicas y hasta la variabilidad en su composición y tamaño de las partículas que lo componen. Ese regolito se ha introducido en un reactor y se ha sometido a un proceso eléctrico de separación. En el post publicado por la compañía explican:
Usando simuladores de regolito, nuestro reactor produce hierro, silicio y aluminio a través de la electrólisis de regolito fundido, en la que una corriente eléctrica separa esos elementos del oxígeno al que están unidos. El oxígeno para la propulsión y el soporte vital es un subproducto.
Nuestro proceso purifica el silicio a más del 99,999%, un nivel de pureza que es necesario para fabricar células solares eficientes. Los métodos típicos de purificación de silicio en la Tierra usan grandes cantidades de químicos tóxicos y explosivos. Sin embargo, nuestro proceso usa solo la luz solar y el silicio de nuestro reactor.
El proceso no solo genera los componentes necesarios para la célula solar, sino que sus subproductos permiten fabricar el cristal necesario para protegerla y hasta los cables de conexión. Para rematar, toda la tecnología de manufactura no emite nada de dióxido de carbono a la atmósfera, ni consume agua, ni genera residuos tóxicos de ningún tipo, lo que la hace especialmente atractiva para su uso no solo en la Luna, sino aquí en la Tierra.
