La administración del presidente Joe Biden afirmó que tiene autoridad para apoderarse de ciertas patentes de medicamentos y otorgar licencias sobre ellas a otros fabricantes para reducir los precios, una medida destinada a atraer a los estadounidenses que enfrentan altos costos de atención médica.
La administración de Biden reveló este 7 de diciembre un nuevo marco para que las agencias estadounidenses utilicen los llamados derechos de entrada. Esto permitiría a las autoridades hacerse cargo de la patente de algunos medicamentos que se desarrollaron con la ayuda del dinero de los contribuyentes y luego otorgar licencias de invención a otra entidad.
De acuerdo con el Gobierno, esta medida se tomaría si se considera que los precios de los medicamentos son demasiado altos.
Altos funcionarios de la administración de Biden se negaron a comentar qué medicamentos entran en esa categoría.
¿Qué es el llamado ‘derecho de entrada’ sobre medicamentos?
“La administración cree que los medicamentos financiados por los contribuyentes deberían estar razonablemente disponibles y ser asequibles”, remarcó la Casa Blanca en un comunicado, añadiendo que la competencia puede ayudar a reducir los costos.
El cambio se produce meses después de que el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Comercio anunciaran un esfuerzo a principios de este año para revisar la Ley Bayh Dole, una legislación de 1980 que permite a las organizaciones poseer, patentar y vender productos que fueron investigados y desarrollados con la ayuda de financiación federal.
El llamado derecho de entrada puede activarse si un producto financiado por los contribuyentes no se pone a disposición del público en “términos razonables”. Ahora, el precio se considerará parte de ese marco.
Esta autoridad nunca se ha utilizado para fijar los precios de los productos farmacéuticos, remarcaron altos funcionarios de la administración.
Megan Van Etten, portavoz del grupo industrial Pharmaceutical Research and Manufacturers of America, declaró que el marco representa “otra pérdida más para los pacientes estadounidenses que dependen de la colaboración del sector público y privado para avanzar en nuevos tratamientos y curas”.
“La administración nos está enviando de regreso a una época en la que la investigación gubernamental estaba en un estante, sin beneficiar a nadie”, afirmó en un comunicado.
Anteriormente, la administración de Donald Trump había propuesto una norma que impedía al Gobierno de EU ejercer esta autoridad basándose únicamente en el precio. La administración de Biden no finalizó esa propuesta.
La Casa Blanca este jueves esfuerzos adicionales para frustrar acuerdos anticompetitivos y lograr más transparencia en torno a la propiedad de hospitales, hogares de ancianos y hospicios. También adelantó que investigará cómo las empresas de capital privado están teniendo un impacto en la calidad de la atención al paciente.
Estados Unidos tiene los costos de medicamentos más altos del mundo. Como tal, el presidente Joe Biden ha hecho de la reducción de los costos de los medicamentos un pilar de su campaña presidencial de 2024.
Ha pasado más de un año desde que firmó la Ley de Reducción de la Inflación, que permite a Medicare negociar con los fabricantes de medicamentos precios más bajos para algunos medicamentos costosos.