Los productos con los que te bañas pueden no ser los adecuados para mantener tu piel y cuero cabelludo sanos
Ducharse diariamente no suele ser un problema, pero si utilizamos productos abrasivos o con un pH inadecuado, podemos irritar la piel y provocar eccemas y problemas atópicos.
El pH es una medida que indica el nivel de acidez o alcalinidad de una sustancia o solución, y se mide en una escala del 0 al 14. Un pH neutro se encuentra en el punto medio, es decir, 7. Un pH menor a 7 indica acidez, mientras que un pH mayor a 7 indica alcalinidad. Sin embargo, nuestra piel tiene un pH ligeramente ácido debido a la presencia de microorganismos y las condiciones a las que estamos expuestos. Para la piel, un pH óptimo estaría alrededor de 5 o 5.5.
La doctora Maribel Gámez explica que el pH neutro debe ser 5. "Es difícil encontrar geles con ese pH, pero es más fácil encontrarlo en jabones sólidos en forma de pastilla". Recomienda utilizar jabones tradicionales y también menciona que hay jabones de glicerina sin perfume con un pH adecuado.
Al analizar los componentes de los productos que utilizamos para limpiar nuestra piel, como los geles de baño, debemos asegurarnos de que no contengan parafinas ni otros derivados del petróleo, así como fragancias o perfumes excesivos. Estos químicos solo se dispersan en la capa córnea de la piel y pueden erosionarla, provocando irritación. Los productos de glicerina tienen propiedades humectantes que hidratan la piel, se recomiendan para aliviar picazón, crean una barrera natural de protección, exfolian y, por supuesto, tienen un pH neutro.
Si abusamos del agua y del jabón, nuestra piel se deshidratará. En casos más graves, pueden ocurrir desprendimientos de la piel, donde la capa superior se irá perdiendo.
