Automovilistas reportaron daños en sus vehículos tras caer en los enormes hoyos.
Las recientes lluvias que azotaron Monclova han dejado una huella destructiva en las principales arterias de la ciudad, debido a que a su paso dejaron enormes baches que representan un peligro inminente para los conductores y peatones.
Uno de los lugares más afectados es el bulevar Harold R. Pape, especialmente en la intersección con la calle Cuauhtémoc, a la altura de la colonia Jardines del Valle. Allí, los conductores se enfrentan a verdaderos cráteres que se abrieron en el carril derecho del bulevar, lo que ha llevado a accidentes automovilísticos y ha dañado gravemente los vehículos que transitaban por esta vía principal.
Pero la pesadilla no se limita a esa ubicación. El bulevar Francisco I. Madero, frente al departamento de Protección Civil, también ha sufrido daños considerables. Los baches aquí son lo suficientemente grandes como para tragarse una rueda entera, lo que ha llevado a numerosos automovilistas a solicitar asistencia de emergencia.
En la colonia Guadalupe, la calle Washington se ha convertido en un campo de minas para los conductores, debido a que el agua arranco el pavimento abriendo hoyos enormes. Los residentes de la zona están preocupados por la seguridad de los niños que caminan hacia la escuela y los ancianos que deben cruzar estas calles peligrosas a diario.
No menos preocupante es la situación en la colonia Héroes del 47, donde la calle Jiménez, a la altura de la calle Álamo, presenta una serie de baches que parecen haber surgido de un terremoto. Los vehículos a menudo quedan atrapados en estos cráteres, causando daños significativos a la suspensión y neumáticos.
Los residentes de Monclova están exigiendo una acción inmediata por parte de las autoridades locales. La falta de respuesta ante esta crisis de baches ha dejado a la comunidad frustrada y preocupada por su seguridad en las calles. Se espera que las autoridades realicen una evaluación urgente de la infraestructura vial y establezcan un plan de reparación efectivo para restaurar la seguridad en las carreteras de la ciudad.
