Armando Guadiana con su partido de Morena trae el escudo perfecto de la Cuarta Transformación.
A nueve días de haber iniciado las campañas para la gubernatura y diputaciones locales de Coahuila, el mayor movimiento y era de esperarse son los candidatos a gobernadores que desde un principio se han movido por las diferentes regiones de Coahuila.
La estrategia no va a cambiar a dos meses de la contienda electoral, cada quien ha bajado sus cartas para persuadir al electorado sobre los objetivos que presuntamente buscarán realizar una vez que logren sentarse en la silla grande.
Armando Guadiana con su partido de Morena trae el escudo perfecto de la Cuarta Transformación y los ideales "obradorsistas" muy marcados para darle continuidad a todo lo que se le ocurra al presidente de la república para Coahuila aunado a la lucha por lograr mejores presupuestos para el estado luego de todos los recortes que ha sufrido.
La mejor bandera que ondea Guadiana sin duda es la de López Obrador y como la mayoría de los candidatos de Morena en cualquier elección se atienen al efecto que el mismo Obrador ha logrado desde la creación del partido y su triunfo en la presidencia de la república.
Ricardo Mejía Berdeja y su partido del PT sin duda le ha apostado a los ataques contra el llamado "Moreirato" que lo canta en donde quiera que se presenta, así como en cualquier spot publicitario que hace en redes sociales o en entrevistas que le realizaron desde que comenzó a mostrar sus aspiraciones políticas por Coahuila.
Pese a que no tiene nada que ver con Morena, sigue utilizando la Cuarta Transformación confundiendo al electorado luego de que fue un desertor de Morena y de la decisión de Andrés Manuel López Obrador de respetar al precandidato que ganará las encuestas de Morena.
El capricho de Berdeja lo llevó tomar por su cuenta un camino hacia la gubernatura con un partido menor con el cual desafiar al mismo presidente de la república, que lo tenía como subsecretario de seguridad federal.
Por su parte Evaristo Lenin Pérez con el partido UDC busca hacer la magia que logró en la ciudad de Acuña, que aunque se ve completamente difícil aplicarlo en todo un estado por lo menos ha comenzado una lucha electoral sabiendo que el que respira aspira.
Y por último está Manolo Jiménez con la alianza PAN-PRI-PRD, que hasta ahora es el candidato que va en "caballo de hacienda" por aquello de que lleva la delantera según los expertos en política y sobre todo por el movimiento descomunal que está generando donde quiera que se presenta.
La estrategia está definida y sabe cómo candidato que tiene la fuerza de tres partidos, el tricolor que estatalmente mantiene un poderío que no le han podido arrebatar, el abizaul que siempre ha quedado en segundo lugar en las contiendas electorales de Coahuila a la hora de elegir gobernadores y el amarillo del PRD que al menos le facilitará más votos a su favor.
Aunque nada está escrito hay quienes ya colocan a Manolo como el próximo gobernador, pero hay que recordar que no se deben echar las campanas al vuelo tan prematuramente.
Pero los que de plano andan muy fríos, son los candidatos a la diputación al menos en los distritos 5 y 6, pareciera que no convencen a nadie, además de que algunos ya están muy quemados y al fiel estilo del PRI y del PAN siguen siendo los mismos, los que ya tuvieron cargo público y quieren seguir viviendo del erario, los que no le dan oportunidad a otros o a nuevas generaciones. En el caso de Lupita Oyervides y Alfredo Paredes son cartuchos por demás quemados y siguen apareciendo como candidatos por dedazos y la gente sabe cómo castigar a la hora de acudir a las urnas. No han aprendido que los votantes ya no quieren más de lo mismo al menos en las diputaciones podría haber sorpresas.
