Es la primera vez en la historia del sindicalismo local que los agremiados actúan sin la indicación de un líder o más bien del llamado secretario general, porque debemos ser muy conscientes de que los líderes dejaron de existir hace mucho tiempo, quizá desde que las empresas tomaron las riendas de los gremios sindicales arrodillando a cada sindicato para tener el control absoluto disfrazando los derechos sindicales en un teatro de beneficios laborales a su conveniencia.
Fueron justamente los trabajadores de Altos Hornos de México, quienes decididos y cansados de tanta mentira, bloquearon los accesos de la empresa para que nadie entre ni salga hasta que no les paguen todas las semanas atrasadas de sueldos.
Por obvias razones esto no le conviene a la empresa porque ahora sí tendrán múltiples pérdidas; sin embargo, Altos Hornos se ha valido de todo para intentar convencer a los obreros de que se retiren de los accesos y dejen a la empresa continuar con las pocas operaciones que realizan de forma diaria, pero hasta el momento nada ni nada va a lograr convencerlos de abandonar el movimiento.
Absurdamente, enviaron a los líderes sindicales, pero en vez de ser persuadidos decidieron correrlos y hacerles entender de una vez por todas que esta vez no se trata de sindicatos, menos de pertenecer a un grupo o a otro, ya sean llamados "Napos" o "Democráticos", en este momento eso es completamente irrelevante, hoy por hoy, al grupo que pertenezcan es lo mismo, nadie recibe sueldo y sus familias por igual se están viendo perjudicadas.
El mensaje es claro para los directivos de la acerera y es por eso que no solamente con líderes sindicales buscan acabar con este movimiento, sino también con la fuerza policiaca, que ya está buscando la manera de hacer un desalojo, y todo lleva a pensar que es gracias a la relación que existe con las autoridades tanto estatales como municipales.
Sería muy triste ver que los obreros, que hoy sí están peleando por sus derechos y sin afectar a terceros, los quiten con la fuerza pública solo porque incomodan a los directivos que son iniciativa privada, es decir, que nada tiene que ver con el sector gubernamental y que además este último no debería meter sus narices a cuestiones que solo dependen de obrero-patronal.
Al parecer las autoridades de seguridad se detuvieron porque solo esperan la voz de ataque para comenzar a retirar a los obreros, pero afortunadamente entró la razón en alguien que decidió frenar el operativo que estaba listo para iniciar el desalojo con la fuerza pública.
Es por eso que el director general, Luis Zamudio se dignó a acudir hasta uno de los puntos de acceso a Altos Hornos para dialogar con el trabajador Saúl Martínez Sánchez, que está coordinando el bloqueo de las puertas de la empresa, para suplicar que se liberen los accesos con el objetivo de que se le pueda dar la inyección de gas a la coquizadora, pero sin ofrecer nada a cambio, es decir, que los trabajadores sigan sin su salario, pero no hagan nada en contra de la empresa.
Hay quienes dicen que ellos sí están recibiendo su sueldo, por más que intenten convencer a todos que tampoco reciben salarios. Además, Zamudio intentó convencerlos con viejas prácticas como sacar una comisión de trabajadores que pueda acudir a dialogar en las oficinas generales donde siempre les tienen preparadas las sillas "voladoras" para terminar convenciéndolos, pero el obrero hoy en día ya sabe que solo es para que retiren su movimiento, es decir, darles atole con el dedo para que luego se les olvide y siga esperando como siempre.
Ya es imposible jugar con la inteligencia de los trabajadores, y el que se haya rebajado Luis Zamudio para el obrero, la presión está funcionando. Si a la empresa les interesa sus equipos, a los trabajadores les interesa su familia.
