Julián Quiñones sigue demostrando que es el mejor refuerzo del torneo.
Los fantasmas se hacen presente en el Clásico Joven. El amarillo aterroriza a los jugadores de Cruz Azul y otra vez, volvieron a perder ante el rival odiado. 2-3, sería el desenlace de esta partido.
Quizá la lluvia, la expulsión y el poco acierto en el ataque, afectó al equipo de Joaquín Moreno quien no despertó para empatar el partido. Una noche similar al 7-0.
Esta es la quinta derrota para el conjunto de La Máquina en lo que va del torneo Apertura 2023. Un equipo que ilusionó (al aficionado) y mostró chispazos de de gran nivel ante Rayados de Monterrey, que hoy fueron ausentes.
Julián Quiñones sigue demostrando que es el mejor refuerzo del torneo. Al minuto 5, en una gran error defensivo, apareció solo en el área chica y con un ligero toque, venció a Sebastián Jurado. Es el cuarto gol para el delantero de Coapa.
Después de la anotación de La Águilas, vino el dominio celeste, pero sin dar frutos. Diber Cambindo atacando por la derecha y Uriel Antuna por la izquierda. El enojo y frustración, era inminente en los jugadores cementeros, pero no por mucho tiempo.
Fue al minutos 23 cuando los cementeros respiraron y se metieron al partido. Carlos Rotondi recibió el balón afuera del área del Malagón y sin pensarla, mandó su disparo directo a las redes, anotando un auténtico golazo, digno de un clásico.
El despertar americanista estaba por llegar. Richard Sánchez metió el segundo de la noche. Sebastián Jurado cometió un terrible error. El portero cementero regaló el balón al despejarlo. El americanista no dudó en dispararle de primera y anotó un golazo.
Brian Rodríguez no desperdició el tercero. Al 52, llegaría una obra de arte del delantero americanista. A milímetros de la portería de Jurado, recibió el esférico y de primera, le pegó para vencer al guardameta cementero.
La parte complementaria no cambió mucho el rol de juego. Uriel Antuna, Juan Escobar y Willer Ditta recibieron fueron pintados de amarillo. Diber Cambindo y Carlos Rotondi intentaron marcar una diferencia, pero fueron nulos sus objetivos.
La reacción cementera llegaría al 81. Uriel Antuna pondría el 2-3, dándole un respiro y acercando a su equipo al empate, algo que no sucedió.
