La gripe aviar, también conocida como influenza aviar o gripe aviar altamente patógena, es una enfermedad viral que afecta principalmente a las aves, tanto domésticas como silvestres.
Existen diferentes cepas de virus de la gripe aviar, y algunas de ellas pueden infectar a los seres humanos y otros mamíferos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) detalla que los virus de la gripe A son los de mayor importancia para la salud pública debido a su potencial pandemiógeno y que estos se dividen en diferentes subtipos como son la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Hay 18 subtipos diferentes de hemaglutinina y 11 de neuraminidasa.
Los virus de la gripe de tipo A se pueden clasificar como aviares, porcinos o de otros animales. Algunos ejemplos son los virus de la gripe aviar A(H5N1) y A(H9N2) o los de la gripe porcina A(H1N1) y A(H3N2). Todos esos virus gripales de origen animal de tipo A difieren de los virus de la gripe humana y no se transmiten fácilmente entre las personas.
Medios de transmisión
La transmisión del virus de las aves a los seres humanos puede ocurrir a través del contacto cercano con aves infectadas, sus excreciones o secreciones, o mediante el contacto con superficies contaminadas.
El sacrificio, desplume, manipulación de las carcasas y preparación para el consumo de aves de aves de corral infectadas, especialmente en el entorno doméstico, probablemente sean también factores de riesgo.
Se considera que el consumo de carne de pollo y huevos no representa riesgo alguno para la salud humana.
La gripe aviar ha sido motivo de preocupación mundial debido a brotes ocasionales de cepas altamente patógenas que pueden causar enfermedades graves y la muerte tanto en aves como en humanos. Estos brotes pueden tener implicaciones económicas significativas para la industria avícola y también pueden plantear riesgos para la salud pública.
En todo caso, la mayoría de las cepas de gripe aviar no se transmiten eficientemente entre humanos y, por lo tanto, el riesgo de una pandemia humana es bajo. Sin embargo, la vigilancia continua y las medidas de control son fundamentales para detectar y contener cualquier brote inusual que pueda surgir y para evitar la propagación del virus entre aves y a otros animales y humanos.
Síntomas en seres humanos
Los síntomas de la infección por gripe aviar en los humanos dependen de la cepa del virus; los más clásicos son:
- Tos
- Diarrea
- Dificultad respiratoria
- Fiebre superior a 100.4° F (38° C)
- Dolor de cabeza
- Indisposición general (malestar general)
- Dolores musculares
- Secreción nasal
- Dolor de garganta
Los síntomas gastrointestinales son más frecuentes en los casos de infección por virus A(H5N1). (I)
