Cristina Auerbach, activista y directora de la Organización Familia Pasta de Conchos, responsabiliza a la CFE de las muertes de los mineros.
“Todo sigue igual, cada vez estoy más convencida de que la Región Carbonífera es lo que se denomina como una ‘zona de sacrificio’”, aseguró Cristina Auerbach, activista y directora de la Organización Familia Pasta de Conchos, a un año del siniestro de la mina Pinabete, en Sabinas Coahuila.
Tras 17 años evidenciando las condiciones de trabajo en la región, Auerbach aseveró que las muertes de los mineros de la Región Carbonífera son responsabilidad de la CFE y del Gobierno Federal que no ha tomado medidas de no repetición. Explicó que una zona de sacrificio son poblados o regiones en donde son violados de manera sistemática los derechos humanos de sus trabajadores, de los habitantes y del ambiente para favorecer un factor económico, y en el caso de Coahuila, las minas justifican el trabajo minero bajo “el discurso de que estamos aportando a la soberanía nacional”.
“Siempre hay un pretexto para seguir matando mineros”, expresó.
Así mismo, la activista responsabilizó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de las muertes de los mineros, por entregar contratos a empresarios cuyos pozos y minas no cuentan con las condiciones de seguridad e higiene óptimas para trabajar. “Tienen un contrato garantizado con CFE y mientras esto siga pasando van a seguir operando para venderle carbón”, aseguró.
Agregó que actualmente, las minas siguen operando bajo condiciones precarias arriesgando las vidas de sus trabajadores y que el modelo de inspección de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social sigue pendiente en la región. “Todos siguen trabajando como si no pasara nada porque no tiene consecuencias matar mineros.” Tras un año del siniestro de la mina Pinabete, señaló que continúan los trabajos para el rescate, sin embargo, mencionó que la organización no está recibiendo los datos técnicos de los avances que le permitan hacer una evaluación. Dio a conocer que tras interponer una demanda, las viudas de los mineros fallecidos en Pinabete recibieron indemnización y pensión con salario integrado.
