La ablación mediante campos electromagnéticos pulsados, una técnica ahora aprobada en Europa pero aún no autorizada en Estados Unidos, logró la no inferioridad con respecto a la ablación térmica usual para el tratamiento de la fibrilación auricular en un ensayo de comparación directa, un resultado que podría favorecer a la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados en el contexto de otras consideraciones.[1]
"La conclusión práctica es que se trata de una nueva técnica que ofrece importantes ventajas en lo que respecta a seguridad. Los pacientes no tienen que preocuparse por la posibilidad —aunque rara— de fístulas esofágicas y otros problemas. Es más rápida y tiene al menos la misma eficacia", informó el Dr. Vivek Y. Reddy, director de los Servicios de Arritmias Cardiacas del Mount Sinai Hospital en Nueva York, Estados Unidos.
A diferencia de la ablación térmica habitual con catéter, que aísla las venas pulmonares que albergan detonantes de fibrilación auricular calentando o congelando el tejido, en la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados se utilizan campos eléctricos de alto voltaje y corta duración (microsegundos) para producir necrosis celular. En gran medida no es térmica, afirmó el Dr. Reddy.
Un nuevo dispositivo podría preservar el tejido adyacente
En estudios experimentales la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados ha demostrado un alto grado de especificidad ablativa, limitando los efectos sobre los tejidos adyacentes, como el esófago y el nervio frénico, explicó.
Varios estudios clínicos anteriores avalan la especificidad del efecto de la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados, pero el ensayo ADVENT, que el Dr. Reddy presentó el 27 de agosto en el Congreso de la European Society of Cardiology (ESC) de 2023, es el primero en el que los pacientes han sido aleatorizados a la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados o a la ablación con catéter.
El estudio fue publicado en versión electrónica en The New England Journal of Medicine simultáneamente a la presentación en el congreso.
El criterio de valoración principal de eficacia fue la ausencia de un compuesto de criterios de valoración que indicaran una ablación parcial. Estos incluían un fracaso inicial del procedimiento, taquiarritmias auriculares surgidas tras un periodo de bloqueo de 3 meses, uso posterior de fármacos antiarrítmicos, cardioversión o repetición de la ablación. El criterio de valoración principal de seguridad incluyó un compuesto de efectos adversos relacionados con el procedimiento.
Los 607 pacientes inscritos en este ensayo tenían fibrilación auricular refractaria al tratamiento con al menos una clase de fármaco antiarrítmico. Se les aleatorizó en una proporción 1:1 a la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados con un sistema de catéter (Farapulse, Boston Scientific) o a la ablación térmica.
De las técnicas térmicas, se permitió la radiofrecuencia o la crioablación, pero se exigió a cada centro que utilizara solo una para el grupo de control. Para la comparación con la ablación mediante campos electromagnéticos pulsados, se combinaron los resultados de las dos técnicas térmicas, que se utilizaron en proporciones similares de pacientes, basándose en pruebas anteriores de que estos enfoques tienen un rendimiento similar.