En los últimos 10 años, la plusvalía en los inmuebles residenciales de la Ciudad de México ha sido de 137% y pese a esta ganancia, es necesario considerar los desafíos
El potencial de generar flujos constantes, construir patrimonio a largo plazo y ser dueño de un activo tangible es innegable. Sin embargo, navegar en el mercado de inversión en bienes raíces requiere planeación estratégica, educación constante y la voluntad de destinar un monto importante.
Para el director de finanzas de la plataforma DD360, José Carlos de las Fuentes, la esencia de cualquier inversión exitosa en bienes raíces toma en cuenta los riesgos calculados y las decisiones informadas, por lo que entrar en este sector con escaso conocimiento y optimismo puede no dar fruto.
“Estudiar, diferenciar buenas oportunidades y acompañarse de profesionales, dará la confianza necesaria para esa travesía. Solo armados de conocimiento y con la guía adecuada podemos perseguir esos sueños inmobiliarios”, comentó el experto.
Bajo ese ideal, Fuentes compartió una breve guía para aquellos interesados en tener un futuro financiero más sano a través de la inversión en bienes raíces. Como primer paso, resaltó la importancia de conocer algunas ventajas de ello: Dos fuentes tangibles de ingresos: Al adquirir una propiedad residencial y ponerla en alquiler, se obtienen potencialmente dos fuentes de ingresos que son las rentas y la plusvalía. Las rentas, pueden dar seguridad a un inversionista a través de flujos periódicos constantes que dan estabilidad y paz mental a quien los goza. La plusvalía puede llevar a obtener retornos sustanciales conforme el mercado madure. En los últimos 10 años, la plusvalía en la Ciudad de México ha sido de un 137%, de acuerdo con el equipo de Data Science de monopolio.com.mx. Mitigación de riesgo: Un activo residencial ayuda a su dueño a tener protección contra riesgos a través de la diversificación y el valor inherente de un activo real. Diversificar inversiones es la pieza clave de tener un portafolio sano. Frente a otras inversiones, los departamentos y casas son activos reales que mantienen su valor inclusive en ambientes económicos adversos.
Esta característica ofrece a su dueño una capa adicional de seguridad al ser propietario de algo concreto. Ventajas Fiscales: Los bienes inmuebles ofrecen algunos beneficios fiscales como deducciones parciales de intereses hipotecarios pagados y de ingresos obtenidos por rentas. Estos incentivos pueden bajar de manera dramática tu ingreso gravable y mejorar tu posición financiera. En caso de poner una propiedad en alquiler, la Ley del Impuesto sobre la Renta establece que se puede hacer uso de regímenes como el Simplificado de Confianza y el de Arrendamiento, en caso de que apliquen, para obtener tasas menores preferenciales en el cálculo de impuestos. Un ejemplo de ello, son las plataformas proptech que otorgan créditos hipotecarios para apoyar a las personas a que logren aumentar su patrimonio, o aquellas de crowdfunding inmobiliario (fondeo colectivo), las cuales permiten adquirir fracciones de propiedades a un costo equivalente.
Una propiedad es una inversión que por su naturaleza es menos líquida que tener el dinero en bonos o en efectivo. Cuando se invierte en un bien inmueble, sin importar su tipo, se debe considerar que ese dinero estará amarrado al mismo y que puede llegar a ser un proceso largo.
