Han pasado 12 días desde que iniciaron las huelgas en tres de las armadoras de Ford, General Motors y Stellantis en Estados Unidos, lo que ha significado la acción más grande en cuanto a organización laboral del sector en los últimos años y que, según especialistas, aún no tiene una fecha próxima a terminarse.
Shawn Fain, presidente de la UAW, consideró inadecuada la oferta de 'los tres de Detroit', de realizar aumentos salariales de hasta 20% en cuatro años y medio, considerando que los CEO de las tres armadoras recibieron incrementos salariales de hasta 40% acumulado en los últimos tres años, fue la razón principal que originó la huelga. La falta de un acuerdo entre los negociadores de los fabricantes de automóviles y el sindicato llevó al UAW a declarar la primera huelga simultánea que involucra a los tres principales fabricantes de automóviles estadounidenses, el pasado jueves.
El jueves 14 de septiembre, por la noche, Fain hizo un llamado a huelga a la planta de General Motors en Wentzville, Missouri; al complejo de Stellantis en Toledo, Ohio, y a la planta de ensamblaje de Michigan de Ford. Una semana después de este primer llamado a huelga en las tres plantas armadoras, solo Ford ha alcanzado “negociaciones reales” con la Unión de Trabajadores del Automóvil (UAW, por sus siglas en inglés), de tal forma que en esta se mantiene un paro limitado, mientras que el sindicato convocó el viernes 22 de septiembre a una huelga más amplia, involucrando también 38 centros de distribución de Stellantis y General Motors. “Los concesionarios no queremos que nada limite nuestro potencial de servicio a los clientes, por lo que esperamos que las automotrices y la UAW lleguen a un acuerdo rápido y amistoso”, dijo a Reuters Mike Stanton, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Concesionarios de Automóviles. A última hora del domingo, Ford señaló que aún hay "importantes brechas que cerrar" en cuestiones económicas clave para alcanzar en el nuevo acuerdo laboral, no obstante, el sindicato mencionó que no fue añadida ninguna instalación de la empresa por tener “progresos reales” en las conversaciones. “Aunque estamos progresando en algunas áreas, todavía tenemos importantes brechas que cerrar en las cuestiones económicas clave… Las cuestiones están interconectadas y deben trabajar dentro de un acuerdo global que apoye nuestro éxito mutuo”, comentó la armadora. Fain invitó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a una visita con los trabajadores y el mandatario aceptó, señalando que viajaría este martes rumbo a Michigan.
Las huelgas podrían reducir 0.39% el PIB de Estados Unidos en el tercer trimestre, provocando también “trastornos” en las cadenas mundiales de suministro de la industria automotriz.
“Es hora de alcanzar un acuerdo en el que todos ganen y que mantenga próspera la fabricación de automóviles estadounidense, con empleos bien remunerados en el UAW”, agregó el funcionario.
