El elenco reaccionó rápido y pudo resguardarse a tiempo en los vestuarios.
Sao Paulo,- El delantero del Corinthians Willian Borges, exjugador del Arsenal y del Chelsea ingleses, pidió este martes a las autoridades brasileñas actuar contra la violencia en el fútbol, después de las graves agresiones de la semana pasada a varios equipos del país.
"Espero que las autoridades puedan, de una vez por todas, hacer lo que tienen que hacer. Nosotros entramos en campo, hacemos lo que podemos, pero ese tipo de situaciones no conseguimos controlarlas", dijo el extremo brasileño en un video compartido en sus redes sociales.
Borges, de 33 años, denunció que la violencia en el fútbol es un "asunto muy grave" que todavía hoy "muchas personas ven como algo normal" y se quejó de la falta de contundencia a la hora de castigar a los infractores.
"No les pasa nada. Continúan haciendo, haciendo, haciendo y el fútbol brasileño lo tolera, las autoridades toleran eso. Y si lo toleramos, no podemos reclamar. Eso tiene que parar", expresó.
El atacante, que llegó a ser un habitual en las convocatorias de la selección brasileña, se refirió así a los últimos episodios ocurridos en el fútbol brasileño, que se han saldado con algunos jugadores teniendo que recibir atención médica en un hospital.
El primero de ellos tuvo lugar el jueves pasado, cuando dos jugadores del Bahía resultaron heridos después de que un artefacto explosivo fuera lanzado contra el autobús del equipo en su camino al estadio Arena Fonte Nova, en Salvador (noreste).
Uno de los damnificados, el portero Danilo Fernandes, tuvo el rostro dañado por esquirlas y acabó en el hospital.
El último sábado, el autobús del Gremio fue apedreado por hinchas de Internacional, su máximo rival de Porto Alegre, dejando igualmente varios jugadores del plantel heridos, entre ellos el paraguayo Mathías Villasanti y el colombiano Jaminton Campaz.
En Curitiba, un grupo de aficionados del Paraná invadió el sábado la cancha de Vila Capanema a cinco minutos del final del partido contra el Uniao de Francisco Beltrao, que perdían por 1-3, con intención de agredir a los jugadores de su equipo.
El elenco reaccionó rápido y pudo resguardarse a tiempo en los vestuarios.
"Estoy aquí para decir que tenemos que indignarnos. Nosotros, jugadores, tenemos que juntarnos y unirnos para combatir la violencia en el fútbol", sentenció Borges.
