Creada en la primera mitad del siglo XX se niega a desaparecer.
A sus 73 años, la vieja iglesia de la virgen de Fátima se niega a quedar en el olvido. El templo ubicado en terrenos del Rancho "La Gaviota" en el municipio de Escobedo es una verdadera joya en medio de la nada.
Sin embargo, lo que la ha conservado sin registrar rapiña es que se ubica en propiedad privada, el deterioro que muestra es por el paso de los años y el nulo mantenimiento. Aun así toparse con ella en este lugar lejano... ¡Impone!
Román González Rodríguez (+) quien era miembro del Colegio de Investigaciones Históricas del Centro de Coahuila detalló que fue en 1949 cuando la imagen de la virgen de Fátima andaba en peregrinación y se dirigía a Piedras Negras. El señor José María Garza Castro propietario del rancho "La Gaviota" estaba en reunión familiar un 13 de junio de ese año y festejaban a San Antonio de Padua.
Uno de los hermanos del propietario aseguró que si la virgen llegaba a visitar "La Gaviota" con ayuda de la demás familia construirían una capilla en su honor, ya que en pláticas de sobremesa citaron los milagros que ésta había hecho.
El día 20 José María fue enterado que la virgen de Fátima visitaría el rancho. Se desconoce por que conducto se logró esto, sin embargo a las tres de la tarde del día 23 finalmente este ícono religioso llegó al predio ubicado en el kilómetro 55 de la carretera Federal 57.
Todos estaban contentos sin embargo ya habían hecho los preparativos para recibirla, fue todo un acontecimiento religioso en una época de bonanza en esa región poblada por los menonitas desde 1973.
Hizo su primer milagro
Un hecho muy raro y que consta en un documento que la señora María de la Luz Ramón dejó escrito, narra los pormenores de los preparativos sin embargo asegura que acondicionaron un lugar para posar la imagen con decoraciones blancas y celestes, pero, faltaba la clásica nube que esta advocación religiosa tiene a sus pies.
A la mañana siguiente se percataron que esa nube ya estaba colocada hecha a base de semilla de sauce, que al ser una especie de capullo, en su interior cuenta, para su dispersión, con filamentos algodonosos. Lo sorprendente es que nadie hizo ese trabajo y había pasado la época de floración. Todos quedaron sorprendidos y consideraron aquello como un milagro. Luego la gente creyente y devota, iba a pagar mandas por milagros concedidos .
Devotos donan artículos sacros
El 5 de octubre de 1949 se puso la primera piedra por el cura Ramón Blanco. Se edificó con un presupuesto de 20 mil 574 pesos. Fue construida por el ingeniero Oscar Rodríguez Betancourt. La imagen fue donada por Gloria M. de Martínez, la urna de cristal por Mercedes F. de González, la campana María R. de Morales así como la corona de oro fue donada por
Guadalupe R. de Martínez.
Joya abandonada
Cuando llegué al lugar para inspeccionarlo estaba en un área desolada y el único sonido era el viento en los pinabetes. Había que entrar: Ya no había imágenes religiosas, ni la campana sólo un tecolote que me miraba fijamente. Había una barda perimetral y lo que fue una pequeña fuente. Puertas y marcos estaban intactos. A la derecha lo que era un área de juegos. Había un hervidero de tarántulas! ¡Una vez más llegaba a un lugar histórico! ¿Por qué no cuidamos nada?
