Su separación legal incluyó acuerdos por sus múltiples y millonarias propiedades en varias zonas de Estados Unidos
Tras el mediático divorcio que inició con Tom Brady, se reveló que Gisele Bündchen compró una pequeña propiedad para mudarse con su familia e iniciar su nueva vida como soltera.
De acuerdo con los informes, la supermodelo compró una casa de $1.25 millones de dólares en Miami, Florida dos semanas antes de que Tom Brady decidiera continuar con su carrera dentro de la NFL.
New York Post reveló que Gisele hizo una discreta inversión el 28 de febrero de este año a través de una empresa inmobiliaria de lujo.
Luego de la compra, presentó una petición para remodelar la casa de estilo Art Deco, misma que fue aprobada en junio pasado. En los documentos sólo figura su nombre como propietaria.
La nueva casa se ubica cerca de Miami Beach y a 15 minutos a pie de la famosa Indian Creek Island o el Búnker millonario donde ella y Tom compraron una mansión de $27 millones de dólares.
Asimismo, tiene como vecinos a Ivanka Trump y Jared Kushner que viven en el mismo vecindario de Surfside.
Dirt describe la propiedad como “una cabaña de estilo Art Deco” construida en la década de 1940 e “inmaculadamente renovada” en varias ocasiones.
La cabaña tiene tres dormitorios y tres baños completos dentro de una construcción de 1540 pies cuadrados con pisos de madera, una sala de estar con chimenea de ladrillos, un comedor familiar y cocina equipada con una isla de mármol.
En el exterior se presumen jardínes con caminos de ladrillos, un patio para comer al aire libre y un patio trasero con jardín.
Tanto el exterior como el interior están decorados y pintados de blanco, con detalles de madera y vidrio.
Las revelaciones de la nueva casa surgieron después de los primeros comentarios que Gisele y Tom Brady hicieron sobre su divorcio. Se sabe que fue ella quien pidió la separación y él la aceptó.
“En los últimos días, mi esposa y yo finalizamos nuestro divorcio después de 13 años de matrimonio. Llegamos a esta decisión amigablemente y con gratitud por el tiempo que pasamos juntos. Somos bendecidos con niños hermosos y maravillosos que seguirán siendo el centro de nuestro mundo en todos los sentidos. Continuaremos trabajando juntos como padres para garantizar que siempre reciban el amor y la atención que merecen”, dijo el jugador en Instagram. En un comunicado por separado, la supermodelo escribió: “La decisión de terminar un matrimonio nunca es fácil, pero nos hemos distanciado y aunque, por supuesto, es difícil pasar por algo como esto, me siento bendecida por el tiempo que pasamos juntos y sólo deseo siempre lo mejor para Tom”.
Su separación legal incluyó acuerdos por sus múltiples y millonarias propiedades en varias zonas de Estados Unidos, incluida su mansión en el búnker de Miami, el apartamento de Nueva York de $3.6 millones de dólares, una propiedad de $5.7 millones en Yellowstone y una casa de vacaciones de Costa Rica, donde Gisele se quedó durante el regreso de Tom a la NFL.
