La respuesta para Mauricio Sulaimán es sencilla, el éxito y el estilo de vida del pugilista despierta envidia.
«Un mexicano es el peor enemigo de otro mexicano», frase contundente que Canelo Álvarez, Checo Pérez, Javier Hernández y muchos atletas más han vivido en carne propia, pues el éxito en nuestro país a veces parece sinónimo de exigencia y solo se espera un troopiezo para poder atacar.
Al respecto, el mismo Saúl se asume como la América, o lo amas o lo odias, pero, ¿por qué despierta el odio colectivo, el mejor boxeador libra por libra? La respuesta para Mauricio Sulaimán es sencilla, el éxito y el estilo de vida del pugilista despierta envidia, pero además, las televisoras tuvieron la culpa.
“Es pecoso, pelirrojo, simpático, calladito, peleador, y de pronto con una súper novia con la que sale en revistas, y a la par empieza a triunfar en el boxeo"; explicó.
