Suman 218 perros muertos, en su mayoría de raza, que fueron arrojados dentro de bolsas a un terreno de Tepatlaxco, cuyo origen presumiblemente es al menos una veterinaria ubicada en el sur de la Ciudad de México, informó Rafael Giménez Valdés, jefe de la oficina de la presidencia municipal, al señalar el riesgo sanitario y daño ambiental que debe ser resuelto a la brevedad.
El 31 de mayo trabajadores del servicio de limpia y vecinos de Tepatlaxco detectaron decenas de bolsas arrojadas en un terreno aledaño a la carretera Naucalpan-Ixtlahuaca, por lo que de inmediato el gobierno local dio vista a autoridades de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, quienes iniciaron una investigación. Los perros en su mayoría portan un chip y están tatuados, por lo que se infiere que fallecieron por causas naturales y la veterinaria o médicos veterinarios responsables, los entregaron a algún recolector que de forma indebida los arrojó en Naucalpan, señaló Giménez Valdés.
Por ello es urgente que peritos de la Fiscalía concluyan sus peritajes, para poder incinerar los cuerpos de 218 canes, que de forma preventiva fueron colocados en un contenedor en Tepatlaxco, para tratar de contener el riesgo sanitario y al medio ambiente que generan cuerpos en estado de descomposición. Apenas personal de Fiscalía concluya los peritajes, los perros deben ser incinerados, pues no pueden enterrarse en el relleno sanitario de Naucalpan, aseveró Rafael Giménez.
