El actor mexicano Ramón Valdés fue diagnosticado con cáncer de estómago en la década de los ochentas.
Ramón Antonio Esteban Gómez Valdés y Castillo, mejor conocido por su personaje de Don Ramón en el programa de televisión “El Chavo del 8”, participó en otra serie de comedia en donde se anticiparía su muerte.
Su fallecimiento ocurrió el 9 de agosto de 1988 cuando tenía 64 años, tras haber combatido el cáncer de estómago, no obstante, pudo trabajar en el último de sus proyectos al lado de personajes que se volvieron entrañables para él.
"¡Ah qué Kiko!", fue ese proyecto, uno en que al lado de Carlos Villagrán -quien interpretó al personaje de Kiko en 1987 tras su salida de “El Chavo del 8”- trabajó hasta que la enfermedad no se lo permitió más.
A Ramón Valdés se le detectó cáncer de estómago a inicios de la década de 1980, debido a que tenía una fuerte adicción al tabaco. Pese a que en 1985 fue intervenido quirúrgicamente para reducir su problema, el daño era irreparable, pues el mal había hecho metástasis en su columna vertebral.
Villagrán fue de las últimas personas que trabajó con él, incluso en una escena de la serie cómica "¡Ah qué Kiko!", se anticipó el momento en que Don Ramón dejaría este mundo.
En ese programa televisivo, Ramón era el encargado de administrar una tienda de abarrotes llamada 'La Sorpresa', a la que Kiko (Carlos Villagrán) acudía constantemente.
En una ocasión la grabación se llevó a cabo en un cementerio.
En ese último episodio el reto era entrar de noche al panteón para ver quién de todos los personajes presentes era el más valiente; Villagrán recordó que el actor se desvaneció con un efecto de bruma mientras caminaba al momento de la filmación y que ahí decidieron terminar el capítulo.
“Fue la última escena. Fíjate que entra al panteón y desaparece, fue lo último que hizo (en la serie), después de eso muere. Varias personas lo tomaron como una despedida”, indicó según medios.
Ramón Valdés pasó sus últimos tres años de vida con un diagnóstico sin esperanza tras la metástasis en su columna, recibió solo algunos cuidados paliativos y en un principio intentó seguir adelante haciendo giras con su circo.
En su funeral asistieron amigos y personas allegadas a él por su trabajo, aunque no asistieron María Antonieta de las Nieves (la Chilindrina), Chespirito y Florinda Meza.
