De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 422 millones de personas en todo el mundo tienen diabetes, una enfermedad que permite tener una buena calidad de vida si se siguen algunas recomendaciones, entre ellas, una dieta saludable. Pero más allá de evitar alimentos altos en azúcares, es importante saber cómo y cuándo comer para mantener los niveles de glucosa estables y en esta ocasión vamos a hablarte de la cena.
Es importante tener presente esta información pues, en 2020, la diabetes fue la tercera causa de decesos en México, un número más alto que en años anteriores. Y, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la situación solo empeorará debido, entre otros factores, a un alto consumo de alimentos ricos en calorías, con abundantes cantidades de azúcares desde temprana edad.
Otros factores que elevan las posibilidades de padecer diabetes son la predisposición genética, el sedentarismo y el tabaquismo desde la adolescencia que condiciona, entre otros problemas, resistencia a la insulina.
Por otra parte, la Federación Internacional de Diabetes (FID) estimó que a nivel global una de cada dos personas no sabe que padece diabetes. De ahí la importancia de realizar una revisión periódica y, en caso de ser necesario, solicitar al médico el tratamiento adecuado.
¿Qué es la diabetes?
La Facultad de Medicina de la UNAM explica que la diabetes consiste en una serie de padecimientos que se caracterizan por la deficiencia de insulina o de su acción, lo cual eleva los niveles de azúcar en la sangre.
A largo plazo este padecimiento conlleva complicaciones crónicas macro y microvasculares, como ateroesclerosis que lleva a la obstrucción vascular, infartos al miocardio, trombosis cerebrales o compromiso de la circulación de los miembros inferiores, además de daños en retina, riñón y nervios.
La mayoría de los casos pertenece al tipo 2, asociada con resistencia a la insulina, y la minoría, al tipo 1, cuando el páncreas no produce insulina.
¿Las personas diabéticas deben comer antes de dormir?
Como ya mencionamos seguir una dieta saludable es clave para que una persona con diabetes tenga una buena calidad de vida, pero una pregunta común es ¿es bueno comer antes de dormir?
La respuesta es sí, pero solo si se eligen los alimentos correctos. De acuerdo con Mayo Clinic, los bocadillos nocturnos no están necesariamente prohibidos, pero es importante tomar decisiones saludables.
Si no se siguen las recomendaciones, la cena solo agregará calorías y grasas y un aumento indeseable de la glucosa en la sangre, lo cual puede llevar al aumento de peso. Y, si se comen alimentos altos en carbohidratos, es muy probable que a la mañana siguiente se registre un nivel alto de glucosa sanguínea.
Por lo anterior aconsejan, en caso de que se quiera comer algo antes de dormir, primero beber un vaso de agua pues en ocasiones la sed imita el hambre y, si todavía se siente hambre, la mejor opción es un bocadillo bajo en carbohidratos y calorías, y que además sea alto en proteínas o fibra, como el yogur griego o un puñado de nueces.
Otras opciones pueden ser:
Una paleta sin azúcar
Un palito de queso liviano
Una cucharada de mantequilla de cacahuate y apio
Un huevo duro
Cinco zanahorias pequeñas
3/4 de taza de palomitas de maíz
Ensalada de verduras con pepino y una pizca de aceite y vinagre
Estos alimentos para antes de dormir pueden prevenir el nivel bajo de glucosa sanguínea (hipoglucemia) durante la noche pero, si es algo que te ocurre con frecuencia, haba con tu médico, podrías necesitar ajustes en la dosis de tus medicamentos.
Alimentación saludable para diabéticos
Es importante aclarar que las recomendaciones anteriores aplican para cuando se quiere comer algo antes de dormir, es decir, las personas que padecen de diabetes deben realizar tres comidas al día en el mismo horario, incluyendo la cena.
De manera general la dieta de un diabético tiene que estar basada en frutas, verduras y cereales integrales. La Asociación Estadounidense de Diabetes ofrece un método simple de planificación de comidas: llene la mitad del plato con verduras sin almidón, como espinacas, zanahorias y tomates; llene una cuarta parte del plato con una proteína, como atún, carne magra de cerdo o pollo; el último cuarto puede ser de arroz integral o una verdura con almidón, como papas. También se pueden incluir grasas "buenas" como nueces o aguacates en pequeñas cantidades, además de una porción de fruta o lácteos y un vaso de agua, té o café sin azúcar.
