Su debut en Bahréin rozó los límites de lo penoso.
McLaren no había vivido un fin de semana tan sombrío en la Fórmula desde los amargos tiempos de 2015 a 2018 cuando Fernando Alonso inmortalizó el mal desempeño de la casa de Woking como tener un auto con "motor GP2". Su debut en Bahréin rozó los límites de lo penoso.
El equipo dirigido por Zach Brown vio llegar a sus pilotos Daniel Ricciardo y Lando Norris en los lugares 14 y 15, respectivamente, sólo salvados de haber sido lapeados por la aparición del Safety Car.
Para una organización que venía en franca recuperación y con aspiraciones de desafiar a Mercedes, Red Bull y Ferrari por el primer lugar entre los constructores de la Fórmula 1, lo sucedido en Bahréin fue catastrófico, con orígenes, algunos muy claros y resarcibles, pero otros inciertos y que podrían ser crónicos y tirar su temporada 2022 por completo.
