La moda del momento, las uñas de acrílico arrasan como la práctica de belleza más personalizable.
Para la ionera en el mundo de las uñas de acrílico, originaria de Brooklyn, Honey, las uñas con diseño nunca han dejado de existir. ‘Chica, crecí yendo al salón de uñas’, me dice encogiéndose de hombros mientras arregla envases de purpurina en su pequeño estudio, solo por citas, cerca del Brooklyn Navy Yard.
Como ella señala, para muchas mujeres de color, las uñas largas no son nada nuevo. Años antes de ser nombrada como una de las técnicas de uñas más innovadoras de la industria de la moda, Honey estaba acompañando a su madre en sus peregrinaciones semanales a su salón de uñas local en East Flatbush. ‘Ahí es donde todas las mujeres del vecindario se reunían. Y simplemente, hablaban de todo’, recuerda.
¿Cómo son? Entre los avances de tecnología estética están las extensiones Aprés Gel-X, que han despertado nuevas posibilidades para cambiar la forma, según la artista de uñas con sede en Nueva York, Mei Kawajiri. ‘Se pueden ajustar a cualquier base, y son más fáciles de trabajar que los acrílicos’, señala al hablar de las uñas naturales de puntas delgadas y maleables desarrolladas en Japón. Similar al gel que está en el esmalte, es rápido de aplicar y se fijan sin mucho alboroto, una razón, que Kawajiri asegura: ‘con el aprés, es más como si pudieras jugar con los estilos’. Y ‘jugar’ es sin duda una manera de describir el exuberante estilo de uñas de Kawajiri, que trabajó primero haciendo manicuras nocturnas para chicas que se dirigían a los clubes, cuando empezó su carrera en Tokio. Poco después de mudarse a Nueva York en 2012, comenzó a publicar sus elaborados diseños en Instagram. Desde las francesas hasta la de acrílico con piedras.
Todo se vale. Moore compara este momento con los años veinte del siglo pasado, otra época en la que, después de soportar una larga pandemia (por no hablar de una guerra mundial), el ambiente era, como ella dice de ‘todo se vale’. ‘La ostentación, el desacato de las normas, todo es similar a lo que estaba sucediendo hace 100 años’, comenta. ‘La gente está cansada de estar encerrada en todos los sentidos’. Puedo dar fe de eso, y ver el arte de uñas (desde las mariposas, negras, rojas, pastel, blacas y doradas) como una forma de bajo riesgo y alta recompensa al momento de querer lucir un look más salvaje. Las nuevas marcas como Facile y ManiMe ofrecen uñas reutilizables de aspecto natural en una variedad de formas y diseños; mientras tanto, Olive & June’s, con sede en Los Ángeles, lanzó recientemente The Instant Mani kit, una ganga de 10 dólares por paquete, que viene con 42 uñas en una amplia variedad de tamaños.
Objetivo. Si el objetivo de esta práctica es auto-expresarse, acordamos que mi forma de hacerlo sería mantener mis uñas cortas, sencillas, y el diseño, en cierto grado, mínimo. En última instancia, ideamos un diseño tonal mate negro con manchas de brillo, además de una uña verde fluorescente negro manchada.
