Al menos 152 palestinos resultaron heridos en el enfrentamientos con la policía de Israel dentro del complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, en el más reciente brote de violencia que ha avivado el temor a que estalle otro conflicto. La mayoría de las lesiones entre manifestantes fueron provocadas por balas de goma, granadas de aturdimiento y golpes con porras de los policías.
Las fuerzas de seguridad israelíes han estado en alerta máxima después de una serie de ataques de personas en las calles de varios puntos del país durante las últimas dos semanas. Los choques en el recinto de Al-Aqsa en la Ciudad Vieja amurallada de Jerusalén plantean la amenaza de un episodio más grave, como la guerra de Gaza que tuvo lugar el año pasado. El complejo de Al-Aqsa se asienta sobre la meseta de la Ciudad de Jerusalén.
