Un grupo de poco más de 300 migrantes de orígenes hondureño, nicaragüense y venezolano provenientes de Monterrey, arribaron este viernes.
Un grupo de poco más de 300 migrantes de orígenes hondureño, nicaragüense y venezolano provenientes de Monterrey, arribaron este viernes a Ramos Arizpe con la voluntad de mantener su peregrinaje por Coahuila hasta Ciudad Acuña, a unos 550 kilómetros al norte, sin importar que sea a pie o en aventón.
Los migrantes mantienen su queja contra el Instituto Nacional de Migración, al grado de que, en su empeño por llegar hasta Piedras Negras y Acuña, de Nuevo León y Tamaulipas elementos de dicha institución los obligaron a retornar hacia acá y le dejan el problema a Coahuila en cuanto a atención en derechos humanos, alimento, hidratación y salud para los ilegales.
Saltillo. El contingente partió de la ciudad neolonesa con destino a Saltillo la noche del jueves, llegaron al filtro de seguridad y atención ubicado en la factoría Kimberly Clark, a 11 kilómetros de la capital coahuilense y a unos cuatro de Ramos Arizpe, fue el contingente más grande el que arribó pasadas las 10 de la mañana y estaba compuesto por unos 200 migrantes.
Ello de acuerdo con versiones de transportistas en el lugar y elementos de la Policía Estatal y la Secretaría de Seguridad Pública de Coahuila, asimismo alternadamente durante el día estuvieron llegando hasta ese punto grupos de cinco migrantes trasladados en taxi con placas de Nuevo León.
En ese retén bajaban del vehículo y, a partir de ahí, tendrían que caminar hacia Ramos Arizpe o Saltillo; sin embargo, el contingente principal se dividió y, mientras unos cuantos solos o en grupos de 4 se dirigieron a Saltillo, la mayoría en grupos de hasta 50 incluidos niños, mujeres y jovencitas, optaron por caminar por la autopista 57 con rumbo a Monclova a donde pretendían llegar, según manifestaron la mañana del sábado.
Más adelante había en la autopista 57 Santa Cruz-Ojo Caliente hacia el Norte y con rumbo a la ciudad acerera, en el kilómetro 21 otro filtro de revisión de transporte y apoyo a los migrantes que pasaban por ahí. Visiblemente cansados por la caminata de varios kilómetros y clamando por agua para continuar su ruta, los migrantes, en su mayoría de origen venezolano, hondureño y nicaragüense, expresaron la razón por la que regresaron de la central camionera de Monterrey.
“Ahí ya no nos quisieron vender el pasaje por órdenes de los agentes de Migración, incluso los obligaron a descender del camión ya listos para partir hacia Acuña y a los que se los vendieron no les reembolsaron el dinero”.
