La pérdida de seres queridos, pérdidas materiales y sobre todo que cada vez hay menos fe, todo de forma obligatoria por su causa.
Sin duda la pandemia del Covid 19 ha dejado una huella imborrable en miles de corazones en todo el mundo, quiénes tuvieron que vivir situaciones difíciles desde su comienzo, como es la pérdida de seres queridos, pérdidas materiales y sobre todo una pérdida espiritual, todo de forma obligatoria por su causa.
Monseñor José Valdés indicó que situaciones de este tipo son las que se deben aprovechar para reflexionar sobre la vida y hacer un cambio radical espiritualmente y modificar el ritmo acelerado de vida que estaban llevando ante de que esto iniciara.
Perdiendo la fe. Desafortunadamente esta situación ocasionó el surgimiento de falsos profetas que aprovecharon el cierre de las iglesias logrando que las personas incrementarán sus miedos y terminarán perdiendo la fe en Dios, en la oración y en la iglesia.
Algo que destacó Monseñor es que así como hay quienes se alejaron, hubo quienes a causa de la pérdida decidieron reforzar sus creencias, mantenerse firmes, lo cual se pudo confirmar durante las pasadas celebraciones de Cuaresma, donde tras el inicio del retiro de restricciones se pudieron percatar que cada vez más personas buscaron acercarse a las misas, a las actividades que se realizan, lo cual es muy significativo y les indica que no todo esta perdido.
Buscando formas. La pandemia logro hacer un cambio radical en todas las actividades, donde las personas tuvieron que buscar formas de sobrevivir, algo que la Iglesia también tuvo que hacer pues se enfocaron en hacer llegar el mensaje de una forma distinta, a través de redes sociales lo cual logro captar la atención no solo de adultos si no también de jóvenes por medio de facebook, asimismo se instalaron grupos de catecismo por medio de whatsapp, donde por fortuna se tuvo una gran respuesta.
Reforzando vínculos. Mensaje es claro, reiteró Monseñor Valdés, la pandemia obligo a muchas familias a convivir todos los días, lo que considera un gran comienzo para reforzar el vinculo más si es de forma espiritual, acercándose a Dios y reforzando la fe, por ello no hay que enfocarse solo en lo malo que dejo el covid, si no también ver lo bueno que dejo en muchos hogares. Nos hemos acostumbrado a vivir en clave COVID y pareciera ser que todo se cierne en tomar los resguardos necesarios para evitar cualquier tipo de contagio. Curiosamente, vivimos más preocupados por salir con la mascarilla.
