El encierro y la falta de actividad ha provocado que este sea el único escape de los pequeños.
A ra raíz del aislamiento que se vivió durante los cerca de dos años, ocasionó que el uso excesivo de celulares, tabletas, videojuegos y la televisión vaya en aumento.
Es importante hacerle saber a los papás, que esto repercute, a corto a largo plazo, en el sano desarrollo de sus hijos, indicó la psicóloga Marisol Carmona Gamiña.
Desde bebés. Mencionó que desafortunadamente esta situación ya ha iniciado a desarrollarse desde una edad temprana, pues cada vez son más los niños de menor edad a los que padres han optado por darles un celular, siendo esto a partir de los dos años sumándole a esto que lo hacen por un período largo de tiempo, lo que repercute en el desarrollo del habla, de la socialización, de la empatía, tolerancia y frustración porque los niños se acostumbran a estar tanto tiempo en el teléfono que esa satisfacción rápida que tienen con este medio comienzan a perder su tolerancia a la frustración por lo que en la vida real quieren obtener todo rápido.
Desvinculación familiar. Asimismo Carmona Gamiña señaló que también está aumentando la desvinculación familiar, pues al estar más tiempo en el celular, ya no interactúan tanto tiempo con papá, mamá, con los hermanitos, no hay ya un juego de exploración, por lo que se pierde toda esa etapa de conocimiento y contacto, por lo que es urgente y necesario que los padres inicien un proceso de retiro de estos aparatos, de forma paulatina, recomendando la búsqueda de ayuda profesional cuando ya se presentan afectaciones más severas, resaltando que la responsabilidad total de ayudarlos es directamente de los papás, pues de ellos depende el límitarles el uso de videojuegos y celulares, sobre todo del tiempo de calidad que ellos les quieran brindar para reemplazar esta necesidad de la tecnología.
Psicólogo. Salvador Ponce González indicó que es una situación complicada porque hay niños y niñas que desde los cinco años ya son adictos al celular, los papás se los dan para que jueguen o se distraigan con aplicaciones descargadas, el problema mayor es cuando crecen y en la adolescencia o juventud se encierran en sus cuartos pasando mucho tiempo en los aparatos y no les interesa convivir con sus seres queridos y familia. Enfatizó el psicólogo Salvador Ponce que es una adicción peligrosa y más por los riesgos que implica meterse a páginas inapropiadas.
