Los Raiders dominaron las acciones ante unos Jaguars que no traicionaron el mote de peor equipo de la temporada pasada.
Lejos del nivel que presentan ambos equipos y el ritmo semilento con el que se juega, el partido del Salón de la Fama suele calmar la ansiedad de los aficionados después de una larga espera. Los Raiders tomaron la responsabilidad de un equipo destinado a pelear por los playoffs y se llevaron la victoria 27-11 sobre los Jaguars, franquicia que vive una realidad contraria.
Ambos entrenadores en jefe cumplieron con lo esperado, al reservarse a sus jugadores más importantes. Por el equipo de Las Vegas, Derek Carr, Davante Adams, Darren Waller y Hunter Renfrow se quedaron en la banca, mientras que Trevor Lawrence y el corredor Travis Etienne tampoco tuvieron actividad en Jacksonville. Por el contrario, Travon Walker, primera selección del último draft, dejó algunas pinceladas de lo que puede hacer al registrar una captura y presionar con firmeza al mariscal de campo rival.
Aunque se trate de un partido de pretemporada, hay cosas que no cambian. Los Raiders dominaron las acciones ante unos Jaguars que no traicionaron el mote de peor equipo de la temporada pasada. Comandado por el quarterback Jarrett Stidham, el equipo de Las Vegas se vio peligroso a la ofensiva, sobre todo en el juego terrestre, con un total de 159 yardas, alternado por Josh Jacobs, Kenyan Drake, Austin Walter y el novato Zamir White, líder en yardas con 52. Además de Ameer Abdullah, bien involucrado por aire, en las primeras pinceladas de Josh McDaniels como entrenador en jefe.
